Alberto San Juan, actor

“Debe ser el conjunto de la población quien tome las grandes decisiones económicas sin intermediarios”

Myriam Ybot 1 COMENTARIOS 07/10/2016 - 05:59

Alberto San Juan (Madrid, 1968) forma parte desde hace tres años de la iniciativa Teatro del Barrio, una cooperativa de consumo cultural que promueve, desde la colectividad, la participación en el nacimiento de una nueva economía, de la mano de la ecología social y medioambiental. San Juan traerá al Teatro Insular de Lanzarote su corrosiva mirada sobre la actualidad con la puesta en escena de Autorretrato de un joven capitalista español, el próximo sábado, 8 de octubre.

- Alejandro y Ana, Ruz-Bárcenas, El rey, Autorretrato de un joven capitalista español, España ingobernable… ¿Podría hablarse de un nuevo género informativo, como en su día lo fue la literatura de no ficción? Desde su experiencia como periodista, ¿cala más hondo el relato de la realidad política contado en primera persona por actores y actrices?

- En el caso de estas obras que mencionas, efectivamente prefiero hablar de teatro periodístico antes que de teatro político. Porque son obras basadas en personajes y hechos reales y relevantes en nuestra historia contemporánea. Pienso que para cambiar la realidad necesitamos conocerla primero y estas obras son una humilde contribución desde el teatro a la tarea de seguir pensando cómo hemos vivido y cómo queremos vivir.

- Trae a Lanzarote Autorretrato de un joven capitalista español, un monólogo sobre su propia experiencia de crecimiento durante la Transición española. ¿Tiene algo de catarsis o de expiación personal?

- Hablo de mi vida para hablar de la vida en mi país. Me sirve porque mi vida, lógicamente, está teñida, atravesada, por las circunstancias sociales, políticas, económicas, en las que se ha desarrollado. Nos creíamos al margen de la política, nos bastaba con votar cada cuatro años, habíamos aceptado que la política es cosa de profesionales, y hemos descubierto que cuando la política se convierte en una profesión, en una forma de ganarse la vida, se convierte en una actividad criminal. La política ha de ser cosa de todos. Si no, termina por ser una manera de organizar y legitimar el saqueo.

- Su abierta militancia política le ha convertido en diana de la prensa más conservadora/agresiva por motivos ajenos a su dedicación al teatro y la cultura. ¿Le fastidia o le alienta a seguir?

- No me gusta que me insulten, me gusta caer bien. Pero no me lo tomo como algo personal. Es una cuestión profesional. Son sicarios que disparan con palabras al servicio de grandes intereses privados.

“Nos creíamos al margen de la política, nos bastaba con votar cada cuatro años y hemos descubierto que cuando la política se convierte en una profesión, se convierte en una actividad criminal”

- ¿Se plantearía en el futuro una posible participación en la primera línea de la política?

- Por supuesto. Un futuro y un presente, pero nunca en un partido. Los partidos políticos me parecen organizaciones detestables e incapaces de transformar la sociedad. La burocracia, la jerarquía, la profesionalización que conllevan, matan la posibilidad del cambio necesario, profundo y a largo plazo. Ahora bien, mientras las instituciones sean las que son, resulta imprescindible contar con una alternativa electoral que defienda la emancipación colectiva. Y, desde luego, seguir explorando qué nuevas formas de organizarnos políticamente necesitamos, cómo conseguir un movimiento popular cuya pata institucional camine al paso que le marque la pata en la calle.

- ¿En qué fase está la querella interpuesta por Dignidad y Justicia por el caso de los titiriteros de Madrid, en la que se le incluyó por poner en escena fragmentos de "La bruja y don Cristóbal", obra generadora de la polémica?

- Las acusaciones de enaltecimiento del terrorismo están definitivamente archivadas, pero sobre Alfonso y Raúl, los titiriteros, pesa aún la acusación de incitación al odio, que tiene que resolver un Tribunal ordinario. Sin duda, se trata de una salvajada antidemocrática en la que han colaborado el poder judicial, el mediático y el de algunos políticos profesionales.

“Para cambiar la realidad necesitamos conocerla primero y obras como Autorretrato son una humilde contribución desde el teatro a esa tarea”

- La cooperativa cultural Teatro del Barrio, que supera los límites de la dramaturgia para alcanzar la educación, el consumo responsable y diversas formas de activismo social, ¿está consolidada? ¿Ha generado iniciativas similares en el territorio español?

- El próximo mes de diciembre cumplimos tres años. Siempre en la cuerda floja, pero de momento, con buena salud. Tenemos cerca de 400 socios y hemos alcanzado hasta cierto superávit en las cuentas. No sé de ningún otro teatro que sea una cooperativa de consumo, pero probablemente exista.

- ¿Verán nuestros ojos a la economía colaborativa sustituir el actual modelo capitalista?

- En ese intento está cada vez más gente. Sustituir el objetivo actual de la economía, que es aumentar los beneficios privados, por otro distinto que pretende aumentar el bien común. Y para ello, democratizar la economía, es decir, que sea el conjunto de la población la que, sin intermediarios, tome las grandes decisiones económicas. Por ejemplo, accediendo a la propiedad de los medios de producción a través de cooperativas o reivindicando la soberanía económica local.

- Siendo el cine un formato cultural más popular que el teatro, ¿ha valorado la posibilidad de adaptar a la gran pantalla algunos de sus libretos?

- No lo he pensado.

Comentarios

Tenemos un consejero ignorante, solo a semejante colchón se le ocurre contratar a este podemita. Ver para creer

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