Aunque empezó tarde, a los 35 años de edad, fue tal “la locura que sentí” por el karting que seis años después se casaba en plena Vía Medular de Arrecife, al término de una carrera, luciendo el mono de competición por traje de bodas y con otro piloto como maestro de ceremonias. Antonio Barambio, concejal capitalino en aquel entonces (1996). Y es que no ha habido nadie que haya hecho más por la promoción de este deporte en Lanzarote que Manuel ‘Mangüé’ –“ no sé de dónde viene, pero siempre me han llamado así”- González. Es presidente del Lanzarrota Karting Club, piloto y director del programa de TV "El mundo del motor".

Y según empezó a asistir como comentarista invitado a los primeros programas de motor que se emitían en Lanzarote descubrió las posibilidades que ofrecía la televisión para difundir el karting, lo que le llevó a dirigir el suyo propio, “El Mundo del Motor”, con 23 años ya en antena y que se emite actualmente a las 21.30 horas de los martes en Lancelot TV.

¿Qué es más difícil conducir un kart o ponerse delante de una cámara?

Pilotar un kart porque en muchas ocasiones te la juegas. Delante de una cámara me siento muy cómodo. No hay día que no me lleve una sorpresa y siga descubriendo el alcance mediático que tiene la tele. Lo más que me agrada es saber, porque me lo dicen sus hijos, que hay montón de gente mayor que sigue el programa a pesar de que nunca hayan ido a una carrera.

¿Te la jugabas a menudo cuando competías?

Cuando eres ambicioso como es mi caso no te vale sólo con participar. Y cuando sales siempre con afán de ganar te puedes llevar algún susto serio como me pasó a mí en alguna ocasión. Tengo que reconocer que corría más con el corazón que con la cabeza. Pero eso era lo que hacía que en los circuitos los pilotos más jóvenes me tuvieran bastante en cuenta.

¿Qué momento atraviesa el karting en Lanzarote?

La verdad es que desde hace unos años para acá el número de licencias de competición ha descendido muchísimo aquí y en Canarias en general. De hecho tuvimos que suspender la prueba del campeonato provincial que íbamos a organizar porque sólo se inscribieron cinco pilotos. El karting es un deporte caro, no nos vamos a engañar, y aunque el dinero no lo es todo, sin duda la crisis económica ha influido mucho.

¿Y qué se puede hacer para mejorar la situación?

La base de cualquier deporte es la cantera. Por eso, entre el Lanzarrota Karting Club y los propietarios de la pista de San Bartolomé, el Go Karting, llevamos la única escuela de pilotos que hay en Canarias y que además es gratuita. No pierdo la esperanza de recuperar la excelente cantera de pilotos alevines de karts que siempre tuvo Lanzarote, de los cuales muchos compiten ahora en los rallyes. El karting es mi pasión, lo siento como si fuera un hijo.

El que sigue gozando de muy buena salud en la Isla es el automovilismo...

Sí y eso a pesar de que se ha politizado mucho en los últimos años. Es increíble que teniendo a dos campeones de España como los hermanos Lemes y a un sinfín de magníficos pilotos haya políticos que se opongan a la construcción de un circuito. ¡Imagínate la promoción que hubiera sido para nuestra Isla que pilotos que nos han visitado recientemente como Massa, Button o Alonso, hubieran hecho alguna exhibición en ese circuito! Tenemos 70.000 firmas recogidas, es decir la mitad de los habitantes de la Isla, a favor de su construcción. No tiro la toalla. Algún día lo veremos construido.

“No hay día en que no me acuerde de Omar”

De la excelente cantera de pilotos de kart con la que tradicionalmente ha contado Lanzarote ha habido uno que sobresalió especialmente. Su nombre, Omar Martín, tristemente desaparecido en marzo de 2012 en accidente de tráfico, a los 25 años de edad, y que ocho años antes se proclamaba campeón del mundo en la cilindrada 125 c.c. de la categoría Rotax-Max.

“No hay día que no me acuerde de él”, expresa Mangüé sin ocultar su emoción pues no en vano durante sus más de 20 años de dedicación en cuerpo y alma al karting ha sido como un padre para la inmensa mayoría de jóvenes pilotos que han salido de las pistas lanzaroteñas.

“En muchas ocasiones le hemos sacado las castañas del fuego a otras islas  porque muchas de sus pruebas se salvaban gracias a la gran cantidad de pilotos de calidad que acudían desde Lanzarote”, comenta.

Algo que no hubiera sido posible sin “el tremendo esfuerzo y apoyo que recibieron de sus padres para poder competir”, resalta en forma de merecido homenaje al mérito de todos esos familiares.

Un reconocimiento que extiende a su mujer e hijos “por aguantarme” y que en justicia hay que hacerle al propio Mangüé, pues como él mismo dice “a pesar de llevar seis años sin competir y de anunciar cada año que me retiro” seguirá “fomentando el Karting insular y sintiéndome como un piloto más hasta que las fuerzas me acompañen”.