0 COMENTARIOS 02/10/2022 - 08:18

Este pasado mes de agosto falleció Wolfgang Petersen, director de origen alemán que realizó varias obras de cine fantástico como Enemigo mío (1985), una producción germano americana de los años ochenta que se rodó parcialmente en Lanzarote. Petersen se dio a conocer internacionalmente en 1981 tras los éxitos Das Boot (El submarino) y La historia interminable (otro sobresaliente título del cine fantástico), con los que logró un sólido puesto en Hollywood, firmando taquillazos como Tras la línea de fuego, Air Force One, Troya o La tormenta perfecta. Rodó con gran parte de los grandes actores norteamericanos de las últimas décadas: Clint Eastwood, Harrison Ford, Brad Pritt, Dustin Hoffman, George Clooney, John Malkovich o Morgan Freeman, entre otros.

En Enemigo mío Petersen tenía a un joven Dennis Quaid como cabeza de cartel de una película repleta de escenas grabadas en Timanfaya, que incluso llega a aparecer nevada gracias a los efectos especiales. Por cierto, la prensa local de la época recoge quejas porque se llevaron cenizas y piedras volcánicas del Parque Nacional y de la Isla para rodar escenas en los estudios de la Fox. Sea como fuere, el caso es que Enemigo mío no fue el éxito de público que se esperaba pero esta historia futurista de rivalidad y reconversión amistosa entre un hombre y un draco (mitad persona, mitad lagarto) ha terminado por ser muy valorada entre los aficionados a este género cinematográfico.

Al hilo de aquellas imágenes de Timanfaya con nieve y del recuerdo de Pertersen (y sobre todo de La historia interminable) vamos a dedicar las próximas líneas para hablar de cine de fantasía rodado en Fuerteventura y Lanzarote. La definición del cine fantástico es un tanto difusa, como casi todas las etiquetas en los campos del arte, pero habitualmente se incluyen en ella las películas de ciencia ficción, aventuras, terror y otros subgéneros asociados a cintas con carga de irrealidad o magia, como las de superhéroes.

Si la clasificación del cine fantástico es ambigua y subjetiva, ya avisamos de que el recorrido que vamos a plantear también lo será. No pretendemos hacer un repaso histórico exhaustivo a todas las cintas de este tipo rodadas en estas islas, sino comentar una selección muy personal de algunas de las que consideramos más llamativas, incluyendo rarezas y un somero análisis de los paisajes de Lanzarote y Fuerteventura que aparecen en ellas.

Clásicos en Lanzarote

Hace ya casi sesenta años, los paisajes volcánicos y costeros de Lanzarote (Timanfaya, Papagayo, El Charco de los Clicos de El Golfo o Famara) se poblaron de dinosaurios y criaturas fantásticas para una referencia del subgénero de aventuras prehistóricas: Hace un millón de años. En este filme brillaba con luz propia Ray Harryhausen, uno de los “maestros” de los efectos especiales, quien destacó especialmente en la técnica del stop motion, con películas míticas del fantástico como Jason y los Argonautas (1963) o Furia de titanes (1981), logrando ganar varios premios Óscar. Por cierto, la última versión cinematográfica de Furia de titanes (2010) tiene algunas escenas en Lanzarote.

La actriz Raquel Welch durante el rodaje de ‘Hace un millón de años’ (1965).

Aunque Hace un millón de años no consiguió una aclamación de la crítica, la verdad es que convirtió a su protagonista en un icono de la época: Raquel Welch. En su primera interpretación grande, la actriz inglesa, luego apodada “El cuerpo”, causó una sensación casi planetaria saliendo de las aguas de Papagayo con su escueto bikini troglodita. Durante décadas, en Lanzarote se ha rumoreado que Welch fue más que cariñosa con algún galán local durante su estancia en el antiguo Parador de Arrecife para el rodaje de la película...

Timanfaya es el enclave más recurrente en los rodajes de Lanzarote

Poco después de este filme, en 1968 la misma productora (la famosa Hammer) continuó su particular serie de cavernas, mujeres y gigantes lagartos prehistóricos con Cuando los dinosaurios dominaron la tierra, una cinta de menor éxito y distinto director. Lanzarote aparece en unas pocas tomas, grabándose más en Gran Canaria y Fuerteventura, con localizaciones en Tiscamanita y Jandía.

La idea de coger Timanfaya como escenario en el que ilustrar otros planetas ha sido bastante recurrida. Además de la ya mencionada Enemigo mío, también lo hicieron, entre otras, Órbita mortal (1966), Operación Ganímedes (1977), Krull (1983) y Náufragos (2001).

Igualmente, el territorio quemado por las erupciones del siglo XVIII ha dado pie para recrear mundos postapocalípticos sin salir de la misma Tierra: Más allá del fin del mundo (1978), Animales racionales (1983) o La posibilidad de una isla (2008), de Michel Houellebecq, el enfant terrible de las letras francesas.

Por cierto, en varias de estas películas participó Heraclio Niz, una leyenda local del mundo de la lucha canaria y la policía, que era conocido por el ‘Pollo de Arrecife’ y que ha sido considerado por la Filmoteca Canaria como uno de los canarios que más cine hizo en estas décadas.

El fantástico español también ha traído nombres clásicos a Lanzarote. Por ejemplo, el director Juan Antonio Bardem, nombre clave del nuevo cine nacional desde los 50 y tío del actor Javier Bardem, rodó una versión de la novela de Julio Verne, La isla misteriosa, con Omar Sharif en 1974.

Siguiendo con el mundo de las leyendas urbanas locales, la visita de Sharif sirvió para que un avispado promotor turístico se inventara la historia de que el actor egipcio, conocido por su afición a las apuestas, había perdido una gran promoción inmobiliaria en el pueblo de Nazaret en una partida de póker. Sharif negó tal hecho hace años, cuando volvió a Canarias por el Festival de Cine de Las Palmas. Una negación que también han atestiguado los participantes en la famosa partida (al parecer Sharif jugó al bridge y además ganó), pero el bulo ha sido muy efectivo como reclamo promocional.

Nuestras rarezas favoritas rodadas en Lanzarote: Animales racionales (1983), por mezclar ciencia ficción con cine erótico, y Los viajeros del atardecer (1979), una producción hispanoitaliana que cuenta como en la Italia del futuro los mayores de 50 años son obligados a jubilarse y enviados a un complejo (el antiguo hotel ubicado donde ahora está La Santa Sport de Tinajo) en el que cada cierto tiempo se celebra un sorteo, cuyos ganadores van a un lugar paradisíaco, cuando en realidad son asesinados por el Estado para así bajar la carga de pensionistas. Una distopía bastante peculiar en su puesta en escena y de trasfondo demográfico muy actual, con José Luis López Vázquez destacando en la interpretación.

Heraclio Niz junto a Omar Sharif, cuando este vino a Lanzarote a grabar ‘La isla misteriosa’ (1972). Imagen cedida por la familia de Heraclio Niz.

Taquillazos

Históricamente Lanzarote ha acogido más rodajes, pero en la última década Fuerteventura ha dado un fuerte empuje, muy llamativo para nuestro análisis, tanto por la potencia comercial de estas superproducciones internacionales (auténticos bombazos de taquilla al puro estilo Hollywood), como por el protagonismo del cine fantástico. Sería bastante cuestionable incluir a Exodus (2014) dentro del género que estamos tratando, pero no podemos pasar sin mencionar que en Fuerteventura estuvo rodando Ridley Scott, un director que ha escogido caminos un tanto comerciales en las últimas décadas pero que tiene el cielo del cine fantástico ganado, gracias especialmente por algunas de sus primeras películas: Alien, el octavo pasajero (1979) y Blade Runner (1982). Además, ver la escena bíblica de Moisés separando las aguas del océano en Cofete es un buen recuerdo para cualquier aficionado canario al cine.

Los rodajes también han dado para rarezas y grabaciones muy frikis

En 2018 Fuerteventura acogió otro nombre imprescindible en la historia del género: La guerra de las Galaxias. Y al frente de la producción, Ron Howard, nombre clásico de Hollywood en las últimas décadas y autor de películas del fantástico como Splash, Willow o Cocoon. Han Solo: a Star Wars story se centra en la vida de Han Solo. Dentro de la mitología de esta saga creada por George Lucas no está mal que Canarias le haya sacado antecedentes majoreros al héroe que interpretó originalmente Harrison Ford. La parte de Fuerteventura se rodó sobre todo en la Cañada de la Barca, dentro del Parque Natural de Jandía.

En pleno siglo XXI, Canarias también ha ido haciendo sus deberes dentro del entramado industrial que hay detrás del cine. Ya no hablamos de exóticas anécdotas y rumorología local, sino de suculentas exenciones fiscales para promover más grabaciones o de la creación de grupos de trabajos llamados Film Commission, destinados ayudar y facilitar los rodajes, ya que al final, además de la publicidad que te pueden dar las celebrities del séptimo arte, de lo que se trata es de diversificar la economía insular y atrapar parte del enorme gasto que muchas veces conllevan estas superproducciones.

Y si hablamos de mega producciones, el subgénero donde actualmente más se usa esta fórmula es en las películas de superhéroes, de las que Fuerteventura ha recibido dos potentes títulos en los últimos años. En 2018 se rodó Wonder Woman en las dunas de Corralejo, escenario por excelencia de la Isla, usado también en otras grandes producciones, aunque no de cine fantástico, como El Dictador (2012) de Sacha Baron Cohen y la destacable Aliados (Allied, 2016) con dos estrellas fulgurantes como Brad Pitt y Marion Cotillard.

En 2019 el blockbuster rodado en Fuerteventura fue Eternals, de Marvel, grabando en espacios como Buen Paso, Betancuria, la playa de La Solapa o Jandía, además de las consabidas dunas de Corralejo. Eternals pasó por el Volcán del Cuervo en Lanzarote, isla en la que también se han rodado destacadísimas series de televisión del género fantástico. Nosotros nos centramos en cine pero no está de más recordar que por la Isla de los volcanes han pasado series de ciencia ficción de amplia tradición como la inglesa Doctor Who y la alemana Timm Thaler, o títulos actuales muy potentes como Black Mirror.

Nuestra elección como rareza o grabación más friki realizada en Fuerteventura va para El hombre que mató a Don Quijote (2018). Una película de larga cocción (17 años tardó en salir a adelante) que mezcla viajes en el tiempo, el personaje universal que creó Cervantes, los paisajes de Fuerteventura y la dirección del antiguo Monty Python Terry Gilliam, autor de otros clásicos del fantástico como Brazil o 12 monos. Con estos ingredientes es difícil no seleccionarla.

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