2 COMENTARIOS 16/01/2015 - 08:24

Suele pasar que cuando se quiere quedar bien con todo el mundo se acaba por no contentar a nadie. Eso es lo que, supongo, ha ocurrido con la sentencia de la Audiencia provincial de Las Palmas sobre el caso de El Agitador y el fiscal Miguel Pallarés. La sentencia dice que no hay intromisión en el derecho al honor del fiscal y que no hay frases injuriosas, denigrantes o desproporcionadas. Además, dedica buena parte del fallo a hacer una loa a la libertad de expresión y al derecho de opinión y de crítica y sus límites... y cuando los argumentos parecen conducir a otro final, impone una multa de 3.000 euros (12.000 menos que el Juzgado) por intromisión ilegítima en el derecho a la propia imagen.

Por un lado, que te condenen a pagar 3.000 euros y lo consideres como una victoria de la libertad de expresión, da fe de lo mal que están algunas cosas, como por ejemplo la justicia. Y por otro, el fiscal deberá estar temiendo que la próxima, que será la del Supremo, siga el camino de las rebajas de enero.

Dice la Audiencia que no hay justificación “para la utilización de la imagen del actor en la caricatura, ni es usual el empleo de un montaje irónico a partir de la foto de un fiscal que se coloque sobre el cuerpo de un cómico situado a la entrada de una sede judicial”

Pues sintiéndolo mucho pero aprovechando que el tribunal dice que “la libertad de expresión, según su propia naturaleza, comprende la crítica de la conducta de otro, aun cuando sea desabrida y pueda molestar, inquietar o disgustar a aquel contra quien se dirige pues así lo requieren el pluralismo, la tolerancia y el espíritu de apertura, sin los cuales no existe sociedad democrática”, no se puede estar de acuerdo con la multa. La caricatura del fiscal estaba más que justificada por una razón muy sencilla: porque es la esencia de la página web. El Agitador se dedica a caricaturizar a los personajes de la vida pública de la Isla, a exagerar la realidad y deformarla para criticar una situación. ¿Qué esperaba el tribunal ? ¿Que publicaran el mismo texto y le pidieran al fiscal por email una foto de estudio para que saliera guapo?

A El Agitador le han condenado ya dos veces por dos viñetas sobre Pallarés. En una, porque en el texto insinuaban que Pallarés era el responsable de que no avanzara alguna investigación sobre corrupción en la Isla, y en la otra porque le ponen el cuerpo de Chiquito de la Calzada. ¿Hubiera bastado con publicar una con el texto de la segunda y el dibujo de la primera, o es que está todo cogido con alfileres?

En fin, hay otro motivo por el que se podía (se debía, incluso) criticar a Pallarés, y es que siendo fiscal en ejercicio es propietario de un chalé que tiene una orden parcial de derribo, que está escriturado en 96 metros cuadrados y tiene 246 en el catastro, que no pagó el IBI durante ocho años, por el que el promotor y la Apmun le responsabilizan de haber hecho las obras ilegalizables de la casa en suelo rústico y para rematar, que está casado con una sobrina del que era secretario municipal, Fernández Camero, que estuvo imputado en la causa.

La crítica, por tanto, era necesaria, aunque quizá no imprescindible, porque hay gente que se desacredita ella sola.

Comentarios

Saúl, como siempre das en el clavo
El Difamador (eso han dicho dos veces los tribunales de Justicia): me meto con todos los enemigos políticos o empresariales de mi jefe, pero al Espi[...] ni tocarlo. Sentido del humor de una sola dirección. Ja,ja,ja. Para partirse la caja.

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