Señor Vidal Martín, me decepcionó mucho verlo a usted y a otras “personalidades” de la isla posando junto a Pedro San Ginés. Hace poco leí un artículo suyo sobre el triste papel que hacen los delfines, seres inteligentes por excelencia, utilizados como payasos para enriquecer al dueño del circo a cambio de algo de pescado que reciben de sus adiestradores, simples empleados también del dueño del circo. No pude estar más de acuerdo, recuerdo cómo criticaba que a estos seres tan inteligentes se les utilizara de forma tan humillante, y hoy veo con sorpresa que usted y otras personas inteligentes están siendo utilizadas de esa misma manera. ¡Qué pena que se presten al espectáculo por un poco de pescado, que se vendan al mismo dueño del circo que los tiene encerrados!

Creo que me dan más pena ustedes que los delfines, ya que estos últimos no deciden su suerte, pero ustedes sí. Ustedes, por unas migajas que les ofrece Pedro San Ginés, se prestan a la foto y a las piruetas. ¿O es que de verdad creen que quien no colaboró en su momento a que permaneciera abierto el museo de cetáceos, quien quiere destinar 700.000 euros a un museo submarino para intereses privados, quien está defendiendo una bodega considerada el mayor atentado medioambiental de los últimos 20 años, quien ha privatizado el agua, un bien de todos; de pronto y justo antes de las elecciones se ha convertido en el benefactor de músicos, modistas, científicos aficionados, artistas, la  Reserva de la Biosfera, buceadores y deportistas? Por cierto, también estaba el dueño del circo, pero Juan Francisco no quiso salir en la foto. Reitero mi postura y digo ¡¡NO AL DELFINARIO, NI AL DEL RANCHO TEXAS NI AL DEL CABILDO DE LANZAROTE!!