REPORTAJE

Unidos por la protección animal

Fotos: Felipe de la Cruz.
M.J. Tabar 5 COMENTARIOS 14/02/2017 - 07:26

La ley sigue permitiendo el sacrificio de perros abandonados si al cabo de 21 días en dependencias municipales no ha aparecido el dueño o no se ha conseguido su adopción. Hasta hace siete años, en las perreras de Lanzarote “se mataban cientos de animales”. Hoy, la demanda ciudadana ha obligado a los siete municipios a modificar sus ordenanzas y fomentar la adopción.

En el albergue de la protectora de animales Sara viven 351 perros y gatos que han sido recogidos de la calle, encontrados en contenedores de basura, liberados de cajas, sacos o de las perreras municipales. Viven en jaulas compartidas, con agua y comida, reciben atención veterinaria y mucho cariño de los trabajadores y de los voluntarios.

Al principio, los perros que han sido maltratados desconfían de las personas y tiemblan al verlas. Es el caso de Selva que hoy, sábado al mediodía, ha tirado con fuerza de la correa y se ha escapado del paseo que le daba una voluntaria. Ha ido directa a la puerta de la protectora, un sitio que identifica como seguro.

De lunes a sábado, de 10:30 a 13:00, y los martes a la tarde, gente de todas las edades vienen a dar un paseo a los animales. La mayoría se conocen, “son como una familia”, y saben también el nombre de muchos perros, que los reciben con una entusiasta coreografía de ladridos y expresivos movimientos de rabo. Algunos disponen de un patio para estirar las patas, pero otros pueden pasar una semana sin salir de la jaula. En 2016, Sara consiguió dar en adopción más de 800 animales. Pero sigue siendo insuficiente y continúan desbordados.

Ana Belén Domínguez, responsable de comunicación de la protectora, ruega e insiste: “Hay que esterilizar a los animales para que no haya camadas indeseadas; es una leyenda urbana que las perras tengan que tener al menos una camada, que lo consulten con el veterinario”.

No es raro encontrar cajas con agujeros en su puerta. En la última había un gato muerto que no aguantó el frío de la noche. Hace poco llegaron diez cachorros no deseados para los que no se encuentra un hogar.

La ley de tenencia animal de 1991 sigue en el Parlamento canario “todavía pendiente de modificación”, señala Ana, pero la comisión de Bienestar Animal del Cabildo de Lanzarote acordó modificar todas las ordenanzas municipales. “Los siete ayuntamientos están trabajando para cambiarlas y aprobarlas”.

Además de Sara, existen otras asociaciones que se encargan de velar por el bienestar animal: Huella a huella, que trabaja con las perreras de Teguise y Yaiza; Rescate Animal, que trabaja con la de Arrecife, The Kennel Club, 9 Lives Lanzarote, Guau Guau, Podenco Hilfe, etcétera.

Colaboración ciudadana: los ojos en las redes sociales

La unidad de protección animal de la Policía Local de Arrecife se creó en noviembre de 2015. Fran Godoy es el único agente de la unidad. “El Seprona nos derivaba muchísimos casos de abandono o maltrato animal en Arrecife”, explica, y el ayuntamiento, que tiene la competencia municipal en este ámbito, tomó por fin medidas.

Desde que empezó a trabajar ha informado de 200 casos (entre sanciones administrativas y respuestas por escrito a denuncias sobre posibles casos de maltrato animal). Pero ha intervenido en el doble de casos. “Las redes sociales son fundamentales”, dice Fran. Muchas alertas llegan a través de su activa página de Facebook.

“Queda por hacer mucho trabajo de educación y concienciación”. Siguen viéndose perros “encerrados en coches” o “amarrados las 24 horas en la azotea de una casa”

“Queda por hacer mucho trabajo de educación y concienciación”. Siguen viéndose perros “encerrados en coches” o “amarrados las 24 horas en la azotea de una casa”. Fran lo explica como se explican las cosas obvias: “Un animal no se puede tener en esas condiciones: ni es un juguete, ni un peluche”. Tampoco es raro ver animales que pasan el día en una caseta en Argana Baja mientras la vida de su propietario transcurre en otro domicilio.

En colaboración con el Seprona, Fran también ha llegado a abrir diligencias en los juzgados. Fue al comienzo de su trabajo en la unidad: un vecino encontró una perra podenca con tres fracturas de cráneo y heridas infectadas en los ojos. Había recibido palos en la cabeza. El caso se resolvió con 330 euros de multa y una condena de tres meses de prisión que no se hizo efectiva porque el responsable del delito no tenía antecedentes. La perra se salvó pero perdió los dos ojos.

“Si se ve un perro abandonado, hay que llamar a la policía, que debe aparecer con un lector de microchips e intentar localizar al dueño. Si no aparece, va a la perrera”, explica el agente, que garantiza que al menos desde la puesta en funcionamiento de la unidad no se ha sacrificado ningún animal. También agradece constantemente a todas las personas que “no miran a otro lado” y socorren a los animales que se encuentran.

“La ordenanza de Arrecife [todavía un borrador] se inspira en la que ya tiene San Bartolomé y Teguise”, dice Samuel Martín, concejal de Protección Animal del consistorio capitalino. Desde que su predecesora entró a coordinar el área, “se decidió el sacrificio cero”, asegura.

La perrera de Arrecife se va a reformar para que duplique su número de plazas (hoy tiene 14) y se pueda habilitar una gatera. También pasará a nombrarse con mayor propiedad: albergue de animales. Hasta ahora, el trabajo de la tarde lo realizan las protectoras, porque la perrera, que cuenta con un equipo de “tres perreros y un veterinario”, sólo abre de lunes a domingo, en horario de mañana. También esto se va a solucionar, viendo las posibilidades que hay con recursos humanos del ayuntamiento o mediante convenios estables con las protectoras, dice el ayuntamiento.

Ni azufre, ni excrementos

A partir de marzo, Arrecife estrenará una nueva zona de recreo para perros: 300 metros cuadrados de superficie, junto a la Punta del Camello, en el parque Temático, con un perímetro vallado y elementos de juego para los animales. Es otro de los objetivos de las ordenanzas: dar espacio y calidad de vida a los animales, garantizando siempre la buena convivencia.

Igual, o más importante que la evolución legislativa, es la educación. Sara realiza charlas en los colegios y con los adultos, de viva voz, intentan modificar las malas costumbres establecidas, que no son pocas: echar azufre en las esquinas de los comercios para ahuyentar a los perros (“es veneno y lo prohíbe la ley”); permitir que los perros orinen en las fachadas de los edificios, en vez de en parterres, parques o alcorques; dejar los excrementos sin recoger (también sancionable, pero apenas sancionado) o no poner microchip ni identificación al animal “porque apenas sale de casa”. Lanzarote y España siguen todavía a la cola de Europa en protección y convivencia animal.

Comentarios

Excelente lo de la unidad de protección animal de la Policía Local de Arrecife y todas aquellas medidas mencionadas en el artículo para que Lanzarote y España dejen de seguir "todavía a la cola de Europa en protección y convivencia animal."
Fuí una vez a SARA con el objetivo de adoptar a un perrito. La atención que se me dió, con malas caras, de vergüenza. No vuelvo a ir.
¿Qué creen ustedes que hacen los cazadores cuando sus perros ya no les son útiles? ¿Usted ha visto alguna vez que un cazador saque a sus perros de caza que ya están viejos de paseo? ¿Dónde van esos pobres animales? ¿No se lo imaginan?
Tienen permiso estas personas para andar con sus perros por el campo donde está el seprona
Hola ami perro de 6 meses lo mordio el perro de mi vecino que un pigbull .quiciera saber si se puede aser algo xq el vecino no se quiere aser cargo desde ya muchas gracias soy del partido de la matanza

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