Susana Díaz destacó este domingo por la tarde en Lanzarote que tiene “una ilusión enorme por ser la primera secretaria general del PSOE” y romper un “techo de cristal” en los 140 años de historia de la formación política. La candidata a las elecciones primarias del Partido Socialista fue la protagonista de un mitin en la Sociedad Torrelavega de Arrecife.

La también presidenta de la Junta de Andalucía, que compite con el exsecretario general Pedro Sánchez y con Patxi López, expresidente del Congreso de los diputados, destacó que no persigue “el voto del rencor, de la ira y del enfado” sino el respaldo para “devolver la ilusión y la esperanza” a los socialistas y volver a ganar las elecciones generales. “Nos merecemos noches de victoria electoral, un PSOE ganador y que no se acompleje”, recalcó.

Díaz destacó que afrontaba las primarias “en positivo”. “Nos miran millones de españoles que valoran si el PSOE puede volver a poner a España en el camino correcto”, subrayó la candidata a secretaria general, quien resaltó que “los adversarios no están en el PSOE sino fuera del partido”. “Yo a quien quiero ganarle es a Rajoy y al Partido Popular”, apostilló.

En Lanzarote, una Isla que dijo que le había dado “suerte” al visitarla poco antes de ganar las últimas elecciones autonómicas, Susana Díaz reivindicó el “orgullo” que sintió  al estar acompañada de los expresidentes del Gobierno socialistas, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, cuando dio el paso de presentarse a las primarias a la secretaría general.

En ese sentido, Díaz reivindicó los 22 años de gobierno del PSOE, el papel de González en la consolidación de “la educación y la sanidad pública y universal”, y el de Zapatero en la apuesta por la “igualdad”. También dijo que ahora se enfrentan a “populismos” y “nacionalismos”. “Hay quien ha elegido hablarle a las tripas, a la rabia”, señaló Díaz, quien contrapuso la “izquierda útil”, la que se “rebela” pero “pone soluciones”, frente a la “inútil”. “Los que quieren asaltar los cielos”, dijo, “tienen miedo” a no superar a los socialistas.

En su intervención también criticó a quienes “levantan banderas de rencor”. “Nuestra bandera es la de la igualdad”, apuntó Díaz, quien añadió: “No seremos jamás nacionalistas, somos internacionalistas”. “Lo que no vamos a hacer nunca es entregar el PSOE a nadie”, advirtió la aspirante a secretaria general, porque “una cosa es pactar” y otra la sumisión a otra fuerza política.

“Aquí estoy, hija de un fontanero”

En su mitin en la Sociedad Torrelavega -de menor capacidad que el Centro Cívico, donde el PSOE ha celebrado sus últimos actos políticos-, llena de militantes socialistas, Susana Díaz recalcó su apuesta por prestar atención a las “miles de familias que lo pasan mal”. Defendió la educación pública, la cobertura desde los cero a los tres años, y avisó de que la “brecha de la desigualdad” se está produciendo en los estudios superiores –una matrícula universitaria en Cataluña “vale el triple que en Andalucía”- y en la formación complementaria. También reclamó la “igualdad de oportunidades” y se puso de ejemplo: “Aquí estoy yo, hija de un fontanero, de un barrio obrero y humilde”.

Díaz se detuvo en su alocución en el “reto” de “embridar a las grandes industrias farmacéuticas” para que no “hagan negocio con la salud de las personas”, al tiempo que advirtió de que los fondos de capital riesgo, que “entraron en el ladrillo y generaron tanto dolor”, ahora “compran las principales empresas sanitarias privadas, porque saben que hay mucho dinero”, por lo que reclamó un “Ministerio de Sanidad al servicio de la gente”.

Camareras de piso, turismo y pensiones

La candidata a secretaria general del PSOE señaló que el mercado laboral está cambiando de forma acelerada, que hay “profesiones que van a desaparecer” y otras para las que es preciso “preparar a los jóvenes para que compitan en un mundo globalizado”. Díaz hizo referencia al movimiento de las camareras de piso, conocido como Las Kellys, “que empezó en Canarias” por los efectos de la reforma laboral aprobada por el PP. Simplemente “derogando la reforma laboral se recuperaría el 30 por ciento de los salarios”, aseguró.

Susana Díaz apuntó el paralelismo entre Andalucía y su “tierra hermana”, en referencia a Canarias, por la importancia del turismo. En este ámbito, dijo que no quería “seguir contando el número de turistas sino el gasto medio por día” que hacen los visitantes, y que los trabajadores del sector, que “no han notado” los beneficios de las empresas, recuperen “los derechos perdidos”.

Durante su intervención, Díaz también reclamó una “alianza” entre los jóvenes, “la generación mejor preparada de nuestra historia”, y los mayores, con un “pacto generacional” para “respetar a los nueve millones de pensionistas” que hay en el país y “crear oportunidades aquí” a la juventud.