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Sombras sobre La Geria: el paisaje más frágil se enfrenta a múltiples retos y amenazas

S.G./M.R. 3 COMENTARIOS 11/06/2016 - 08:57

Trece bodegas dadas de alta en el Consejo regulador del vino de Lanzarote, más de 1.780 viticultores, tres de las cuatro últimas añadas calificadas como excelentes, vinos que ganan premios en concursos internacionales, carreras, conciertos y actividades culturales ligadas al vino y una tierra de cultivo que es mucho más que eso porque configura un paisaje único en el mundo. Parece que las cosas van bien para el vino de Lanzarote.

Hace una década se decía que el vino, por su precio, por su coste, no se podía vender fuera de la Isla, pero hoy la mitad, aproximadamente, de la producción, se comercializa fuera de Lanzarote, principalmente en Gran Canaria y Tenerife, ya que lo que se vende en la Península o en el extranjero supone tan sólo el tres por ciento de la facturación total, según los datos del propio Consejo regulador. Aun así, el mercado se va expandiendo. Sin ir más lejos, hace unos días se conocía que Bodegas Rubicón comenzará a vender su malvasía seco en las tiendas estatales de Noruega.

Pero también hay otra cara. La Geria es un paisaje creado por el hombre, y el hombre lo puede destruir, tanto si las cosas van bien como si van mal, por abandono o por sobreexplotación. Son muchos los problemas que tiene el sector y que afectan al territorio. Por un lado está el pago de la uva a los viticultores: se paga poco y se paga tarde.

A esto hay que sumar la falta de incentivos para el agricultor, tanto económicos como de otro tipo. Y después está el asunto de la edad. La mayoría de los viticultores, por no decir todos, no vive de la viña; es una segunda o tercera actividad. Y en los que casos en que es la primera, que son muchos, es porque se trata de personas ya jubiladas.

El relevo generacional es básico para garantizar que La Geria no se abandone y se llene de aulagas. La propiedad, aunque las bodegas están empezando a comprar terrenos para tener sus propios viñedos, está muy dividida y eso facilita el abandono. La Isla ha perdido en la última década casi mil hectáreas de viñas, según el Centro de Datos, aunque no todas son en La Geria. De poco más de 3.000 se ha pasado a poco más de 2.000, o a apenas 1.800 si hacemos caso a los datos del Consejo regulador.

Sigamos con las cifras. De los 1.780 viticultores, sólo 61 tiene el seguro, lo que revela que la profesionalidad está muy lejos de llegar al sector. Aun así, la uva se sigue recogiendo, por tradición, por amor a la tierra o por afición. El año pasado el Consejo repartió 1,8 millones de etiquetas y se embotellaron 1,3 millones de litros. Se recogieron más de 3,7 millones de kilos de uva, la vendimia más grande de los últimos años. Los tres años anteriores se habían superado los dos millones, mientras que en 2011 la recogida fue de poco más de setecientas toneladas. Ese año se pagó dos euros por cada kilo de uva pero el año pasado el precio fue de 1,75.

Los premios a los vinos de Lanzarote conviven con el abandono progresivo del campo, la escasez de ayudas a la producción y dificultades para aprobar el planeamiento

Juan José Otamendi, de Bodegas El Grifo, destaca que el presente de La Geria es frágil y complicado, confirma que se están abandonando hectáreas, y que el futuro no está garantizado porque la mayoría de los viticultores son jubilados y no hay relevo. “Si se pudiera pagar más, cerca de tres euros el kilo y con alguna ayuda europea, sería más atractivo, porque pensar que se pueda vivir de la viña en Lanzarote es imposible”.  Eso sí, si se aumentara el precio de la uva, también habría que subir el precio del vino.

El precio sigue siendo uno de los mayores problemas, tanto para los agricultores como para vender el vino en la Península o en el extranjero. Desde el Consejo regulador apuntan que sólo tres bodegas venden en Península: Vega de Yuco, Bermejo y El Grifo, pero sin embargo en otras islas canarias ya incluso bodegas pequeñas o abiertas hace poco tiempo. En la promoción, no obstante, reconocen que se ha avanzado mucho y que el vino se conoce fuera mucho más que antes. “Estamos en un buen momento”, dice Nereida Pérez, gerente del Consejo.

Aun así, hay muchas cosas que mejorar, como el reparto del Programa de Opciones Específicas por la Lejanía e Insularidad (Posei), que reparte entre 1.485 y 1.600 euros por hectárea de viña cultivada, lo que se traduce en poco más de 200 o 300 euros de media por cada agricultor, ya que las fincas tienen dimensiones reducidas. Además se cobra tarde. Una parte de ese dinero lo tiene que pagar la Unión Europea y la otra parte, entre el Gobierno central y el Gobierno de Canarias.

Otamendi: “Si se pudiera pagar más, cerca de tres euros el kilo de uva y con alguna ayuda, sería más atractivo, porque pensar que se pueda vivir de la viña en Lanzarote es imposible”

Según señala Pérez, la parte que le corresponde a Europa llega antes del 30 de junio pero la otra parte llega mucho más tarde. “Acabamos de cerrar la ayuda de 2013 pero también queda por pagar una parte de 2011, y las de 2014 y 2015 están en tiempo”, señala Nereida Pérez. “Ya están todas las inspecciones hechas y si todo funcionara bien deberían pagar en el mes de diciembre, con la declaración de cosecha”, explica.

Hace años que Lanzarote pide que se mejoren estas ayudas. De los 200 millones de euros que llegan cada año para el campo canario, más de 140 se destinan al plátano, un cultivo que no se da en Lanzarote. El Consejo regulador también solicita que una parte de los fondos del Régimen Económico y Fiscal (REF) vaya al sector primario, y especialmente a la uva.

Y además de todo esto están los problemas, aunque también hay ventajas, de sacar adelante una industria en un paisaje protegido: la ausencia de regulación definitiva, del Plan Especial de La Geria o de otro plan que recoja tanto las demandas del sector como los mecanismos para que el espacio natural protegido ni se abandone ni se convierta en un parque temático. Desde la aparición de Stratvs y su cierre por orden judicial en diciembre de 2013, La Geria se ha convertido en un lugar de excesivo interés mediático y de presión política.

La vendimia de este año, escasa

Este año se une un problema más a los que ya tiene La Geria. La cosecha no va a ser buena. No hay plagas, pero el clima no ha sido el esperado y la fruta aún no brota. En invierno hizo calor y al inicio de la primavera hizo frío. Desde el Consejo regulador esperan que no haya olas de calor antes de la vendimia, porque complicaría mucho las cosas.

Las vendimias normales son de unos dos millones de kilos, y los problemas empiezan cuando hay mucha uva más, pero sobre todo cuando hay mucha menos y las bodegas no pueden hacer frente a sus compromisos. El problema del exceso es para los agricultores, a quienes, a veces, no hay quien les compre la uva. Se calcula que el precio de la uva este año no suba de 1,60 o 1,70 euros el kilo. Por variedades, el moscatel no parece tan afectada como la malvasía, que es la que viene más escasa.

Ramón Melián, de Bodegas La Geria, confía en que las bodegas “escapen” este año con el “excedente del año pasado”, pero advierte de que el problema grave se puede dar en 2017 “como venga otra mala cosecha”. “Tienes un mercado al que no puedes suministrar y pierdes clientes, que es muy complicado recuperar cuando se normaliza la producción”, destaca.

Comentarios

No se menciona lo del precio de la uva el año pasado (0.50 euros cosecha 2015) que se lo puso la bodega unilateralmente después que esta lo hiciese vino, en contra de la Ley. Parece que la misma bodega pone mucho interés en la Denominación de Origen de Canarias "para garantizar la producción". ¿Se está preparando el ambiente para que entre uva de la Denominación de Origen "Los Mármoles"?. Hay otras formas que las que están diciendo algunos, PLANIFICACIÓN. No es bueno jugar a camaleón.
Curioso artículo, ni una referencia a algún viticultor, entrevistaron solo a bodegueros. Se preocupa uno que el precio no sea mas rentable para los viticultores cuando que él mismo pagó a precio basura, pobrecito tuvo que tirar "vino"(o vinagre) para hacer espacio el año pasado. El licor carísimo, claro. Entre hacer un parque tematico y que las fincas se llenen de bobos, hay otras opciones, bodegas en ese entorno se llevan haciendo desde hace 200 años. Si el vino tiene salida por que no hay más producción de uva? Aparte de la climatologia están los puristas que no permitirían plantar parras en espalderas, no, que les pueden estropear los jardines por y para el turismo exclusivamente.
Me ha entristecido mucho el artículo. Yo, ingenuo de mi, creía que había dos excelencias claras en Canarias, seguramente hay muchas más, pero estas eran las más caras a mi persona,las compañías de aviones interinsulares y los vinos malvasías de La Geria o de Lanzarote en general.Seria una gran pena que los vinos de Lanzarote, los mejores vinos malvasía del mundo, perdonen el chauvinismo, pero para mi lo son, decayesen por falta de apoyo institucional, porque se lo merecen.

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