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Sentido común para recuperar la marina de Arrecife

Foto: Débora Moro Aguirre.
M.J. Tabar 6 COMENTARIOS 14/07/2017 - 07:32

Lo último que necesitan las criaturas (esponjas, crustáceos, pájaros, peces, praderas de algas…) que viven en la marina arrecifeña es que los 58.000 Homo Sapiens que también residen en la vecindad la tomen por un basurero o una despensa ilimitada. Tras varios años invertidos en proyectos contranatura (se llegó a proponer el relleno con cemento), hoy el reto es armonizar el biorritmo del litoral y las actividades de la ciudadanía.

A vista de satélite es piedra y agua; un ribete de entrantes y salientes de lava petrificada y sobresaliente. A vista de un biólogo eminente como Juan José Bacallado, este conjunto de bajíos e islotes (el de Fermina, el del Castillo, el del Francés, el de las Cruces y otros menores “pero de vital importancia para el sistema”) conforman “el espacio marinero más genuino de Lanzarote”.

Razones hay muchas: “es un semillero de especies, muchas de ellas exclusivas y de gran interés científico”, un enclave “único” por su valor paisajístico y un “santuario de biodiversidad muy castigado por las manos del hombre” (con vertidos de las antiguas factorías de pescado, sobrepesca y una “deficiente planificación urbanística”, señala Canarias Conservación en un informe).

Por su clima y su geología, aquí se desarrollan las condiciones perfectas para que en los fondos marinos crezca una planta llamada ‘Zostera Noolti’. Esta fanerógama con aspecto de hierba modesta ha permitido que la marina sea un criadero de vida; refugio y soporte para un inmenso catálogo de especies. A finales de los años 80 ocupaba verdaderos bosques, que en torno a 1995 se convirtieron en praderas y finalmente en pequeños diseminados (en el año 2000, la Zostera se declaró en peligro de extinción).

Hace un par de años esta seba, fina pero fundamental, fue redescubierta por un equipo de Bacallado en varias áreas de la marina de Arrecife. “Parece ser una regular y esperanzada recuperación que podría afianzarse si dejan de actuar los elementos negativos que casi la llevan a la extinción”. Se refiere a las barreras artificiales que impedían la normal circulación de la marea, como el espigón que unía el Islote de Fermina con tierra firme y a “los vertidos de aguas residuales no tratadas, procedentes de la ciudad”.

El Gobierno de Canarias ha encargado la elaboración de un plan de recuperación de la seba, que sigue estando en una situación crítica, y es probable que deba limitarse el acceso a los parches localizados, para que puedan evolucionar bien.

La laguna marina más fotografiada del Puerto, el Charco de San Ginés, sigue estando “en decadencia” porque se modificó “su natural alimentación a través del fenómeno intermareal” y también porque sigue perjudicada por el “exceso de vertidos incontrolados”. La ensenada y la playa del Reducto forman parte de este sistema de arrecifes donde todo tiene una relación y un porqué; no así Puerto Naos, que quedó aislado.

"La marina sigue enferma y hay que recuperarla, lo que llevará unos años de sacrificios por parte de todos", destaca el catedrático Juan José Bacallado, uno de los grandes expertos sobre el litoral capitalino

La marina también es un lugar privilegiado para observar aves migratorias y de paso. “En sus periplos de ida y vuelta Europa-África, hacen parada y fonda para reponer fuerzas y seguir su camino a sus cuarteles de invierno o para regresar a sus hogares para reproducirse”. Otras especies como el chorlitejo patinegro “mantienen pequeñas poblaciones nidificantes en serio peligro”.

Los autores del ‘Estudio del bentos marino del archipiélago canario y Macaronesia 2000’ eligieron el frente arrecifal de la capital lanzaroteña “como uno de los lugares de mayor importancia en lo que a diversidad marina se refiere”. En 1973, Bacallado participó en la primera campaña científica que se realizó aquí. Durante cuatro décadas ha dirigido a cerca de 35 investigadores de reconocido prestigio, de las universidades de La Laguna, Oviedo, Murcia y Las Palmas de Gran Canaria. Muchas investigaciones desarrolladas han contado con la colaboración del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (a través del Museo Nacional de Ciencias Naturales), la Estación de Biología Marina de Madeira y el Museo de Ciencias Naturales de Tenerife.

“En la última década, el Ayuntamiento de Arrecife ha decidido coger el toro por los cuernos e implicarse con criterio y asesoramiento científico en todos los temas relacionados con la marina, aunque quedan muchos aspectos por resolver para alcanzar mínimamente las metas propuestas”, opina Bacallado, que señala a Rut Hernández, bióloga y técnica del área de Medio Ambiente como la artífice del cambio, la persona que ha sido capaz de explicar a los gestores públicos, independientemente de su color político, la importancia que tiene este espacio de vida, mar y disfrute.

¿Cosas que han ido a mejor? El conocimiento y divulgación de la biodiversidad, su uso “como aula de la naturaleza” y “sólo en parte, la limpieza en general”. ¿Aspectos negativos? Según Bacallado, “sigue estando infrautilizada” y sufre problemas “enquistados” como el acceso al Islote de Fermina (“un basurero”), o la “peligrosa yincana de obstáculos” que es el parque Islas Canarias, con sus catapultas espontáneas, sus esquirlas de cristal, sus piedras amontonadas y su catálogo de excrementos.

"Pedimos que nos habiliten un espacio donde limpiar: una rampa de varado con una fosa, para que las pinturas no vayan a parar al mar”, reclama la Asociación de pescadores deportivos del Charco

La marina es un “insólito espacio que nos ofrece gratuitamente lecciones relevantes sobre la vida marina”. En lo que va de año 350 personas (alumnos de centros educativos y turistas) han participado en 15 rutas por el litoral con el biólogo marino Rubén Cañada y cerca de 425 han observado aves con el ornitólogo Gustavo Tejera. A pesar del esfuerzo investigador y divulgativo realizado (en los últimos años también se han hecho batimetrías y topografías del fondo marino, estudios científicos, folletos sobre los cetáceos y aves, etc), quedan muchos vecinos y viajeros que siguen sin saber que es una joya que deberían recorrer con prismáticos, acuarelas, teleobjetivo, gafas, tubo de buceo y mucho respeto.

Falta información, visitas guiadas y señalética. “Como mínimo, colocar paneles horizontales en puntos clave que recreen la fauna marina, la geología, la flora litoral, los aspectos patrimoniales históricos y la fauna ornitológica, con textos en español e inglés”, observa Bacallado. Aquí se encuentran el 70 por ciento de las babosas canarias y el 40 por ciento de las algas marinas de todo el archipiélago canario. Este litoral y sus ensenadas cumple ocho de las diez condiciones que dictan las Leyes de Ordenación del Territorio y de Espacios Naturales de Canarias para que sea reconocido como un espacio protegido.

“Sin compadreos”

Ni ‘pulpiar’, ni echar nasas en tres millas a la redonda, ni recoger carnada para la vieja. La nueva ordenanza que regula las actividades en la Marina de Arrecife prohíbe estas actividades para proteger el criadero. “La marina sigue enferma y hay que recuperarla, lo que llevará unos años de sacrificios por parte de todos. Como ejemplo pongo la conocida recolección de cangrejilla para carnada de pesca de la vieja; quienes lo llevan a cabo reviran las piedras y las dejan volteadas, con lo que están matando diariamente colonias de briozoos, esponjas, nidarios, larvas de variados grupos zoológicos, etc., degradando el ecosistema y la biodiversidad”, explica.

El catedrático Bacallado pide “paciencia y solidaridad a los usuarios” y recuerda que “las medidas coercitivas deben ser llevadas a cabo seriamente y sin compadreos, en beneficio de todos”. Si el Ayuntamiento hace su trabajo y la ciudadanía el suyo “la marina se encargará del resto y la ciudad se potenciará de forma definitiva”.

No está del todo de acuerdo la Asociación de pescadores deportivos del Charco, que si bien respalda la mayor parte de la normativa, presentará alegaciones contra el punto que prohíbe la limpieza y el mantenimiento de embarcaciones. “Pedimos que nos habiliten un espacio donde limpiar: una rampa de varado con una fosa, para que las pinturas no vayan a parar al mar”.

También están preocupados porque se quiere limitar un área de fondeo para las embarcaciones, pero no se especifica dónde estará, ni qué se hará con los barcos que no quepan. “Entendemos que haya que dejar vacía la mayor parte de lámina de agua y que todo el barco que quepa varado se vare; pero habrá que permitir el fondeo en alguna parte”, señalan.


Marea verde en la playa del Reducto. Foto: L. Moro.

Hay vecinos que critican las carencias en servicios públicos: "Es lógico y me parece bien que no permitan orinar en la marea, pero ¿por qué no hay baños públicos en condiciones?"

Entre la ciudadanía, las nuevas normas han caído regular. “Tienen Arrecife como un estercolero, ¿y nos piden que no fumemos en la playa? Que pongan unos ceniceros como se hace en otras partes. Me parece bien controlar, pero es una vergüenza que ellos mismos no cumplan con un servicio básico de limpieza”, dice una vecina.

Carlos suele pasear con su perro por el litoral y hace unos meses se hizo una herida en el pie, pisando un clavo en el semiderruido parque Islas Canarias. No denunció porque no tenía testigos, ni teléfono móvil con el que hacer la foto, “ni ganas”.

Al final de la frase, el hastío: “Total, ¿para qué?”. Otro vecino de Arrecife, Jose, dice que si se prohíbe, hay que dar alternativas: “Es lógico y me parece bien que no permitan orinar en la marea, pero ¿por qué no hay baños públicos en condiciones?”.

Carmen dice que le parece muy bien la ordenanza y que ya está bien de tanta “cochinada”. Otros se preguntan si el Consistorio tendrá capacidad y recursos para realizar la vigilancia que propone, y si lo hará con criterio.

La marina ha acogido conciertos (rock, folk, electrónica, piano), carreras deportivas, torneos de bola, masterclass de zumba, teatro y narración oral. Cuando las actividades son multitudinarias, muchos residuos de plástico quedan a merced del viento o de la marea y terminan en el agua. En marzo de 2016 se cerró al baño la playa del Reducto por contaminación de la bacteria E.Coli. Lo mismo ocurrió en octubre de 2015. Las lluvias desbordan y destapan las acometidas ilegales de algunos edificios, que en vez de estar conectadas a la red de aguas negras, marchan con la red de pluviales. El resultado: sopa de mar con basuras orgánicas.

“Desastre llama a desastre”, dice Alejandro. “Los vándalos no son los pibes como suelen decir, esos sólo están con la hormona subida y sin nada que hacer; los vándalos y los ineficaces suelen estar en alguna administración”, añade. A su lado, una señora resopla y niega con la cabeza: “Pues tenemos la mejor marina de Canarias, ¡así que a ver qué hacemos!”.

Comentarios

Artículo de grandísima calidad. Enhorabuena al periódico.
Por fin algp dw coherencia en esta prenda de la isla que suelen bailar al son del sol que mas caliente como lamelot, que tienen una perreta con la Avenda y Stratvs, como si les fuera la vida en ello.
felicidades a Mariajo Tabar y al Diario. Somos unos depredadores, tristemente
Me apenita esa actitud incívica de "me parece muy bonito lo que me cuentas pero conmigo no cuentes". Y esos que fuman y tiran las colillas, esos que limpian los barcos en la marea..... Ay, pero cuanto guarro suelto.
Del mar, Ruth Toledo sabrá mucho, de la tierra, nada.
No se a que esperan para recuperar esa zona y poner más vigilancia. A día de hoy, la gente sigue sacando a su perro a cagar y mear en el charco, a pintar y raspar su barco con pinturas y disolventes, hasta hay quien se desplaza con su coche hasta la misma costa del charco, nadie le ha dicho que circular por el charco está prohibido?....El charco a día de hoy es lamentable, una ordenanza no va a solucionar el problema, lo que debe hacer el Ayuntamiento es su trabajo,...... controlar la zona, porque esto a día de hoy es un disparate, y la imagen que se dá al turista es tercermundista.

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