Ezquiaga retoma la revisión del Plan

Las claves del PIO que viene: agricultura “rentable” y turismo de calidad frente a cantidad

M. Riveiro 1 COMENTARIOS 11/03/2017 - 08:14

El Plan Insular de Ordenación (PIO) ha cumplido un cuarto de siglo. Su revisión se ha reactivado después de nueve años en los que no ha pasado de la fase de avance, la primera de las cuatro estaciones hasta llegar a la meta de la aprobación definitiva. El urbanista José María Ezquiaga, actual decano del Colegio de Arquitectos de Madrid, acaba de retomar la redacción del Plan Insular.

El último documento que se puso sobre la mesa se remonta a julio de 2014. El objetivo del Cabildo es que antes de que concluya 2017 se produzca la aprobación inicial, que a mitad de 2018 se efectúe la aprobación provisional y que antes de que finalice el mandato el nuevo PIO vea la luz.

Ezquiaga destaca varias claves del futuro Plan Insular y hace hincapié en que introduce “más protecciones” para la agricultura y el paisaje. El urbanista entiende por protección dar al sector primario un “uso preferente” en ciertas partes de la Isla y destaca que el planeamiento ofrecerá a agricultores y ganaderos “los elementos necesarios”, facilitando desde aljibes al establecimiento de granjas, queserías o industrias de transformación de productos del campo. “Proteger la agricultura significa defenderla para que emplee a población y sea rentable, no proteger espacios de manera que no se pueda ni siquiera desarrollar”, apostilla.

En plena tramitación de la nueva Ley del Suelo de Canarias, que abre la puerta a las edificaciones turísticas en suelo rústico, Ezquiaga señala que en Lanzarote “no está cerrado el debate”. El urbanista asegura que “hacer hoteles en suelo rústico, de nueva planta, el Plan no lo contempla”. Se muestra partidario, eso sí, de que “pueda haber uso turístico en los núcleos de población”.

“Pero no se trata en ningún caso de desviar el turismo de costa hacia el interior” sino “de manera moderada, sin alterar la fisonomía de los núcleos”, incorporar “la actividad turística, principalmente hotelera”, explica. Se trata de una idea que ya planteó hace cuatro años, con la memoria ambiental del PIO, en la que se consideró establecer la posibilidad de establecimientos alojativos de entre 30 y 50 plazas en un buen número de localidades.

El mercado turístico ha evolucionado de forma acelerada en los últimos años con el afloramiento del alquiler vacacional y la irrupción de la bautizada como ‘economía colaborativa’. Un cambio de paradigma que echa por tierra la planificación tradicional de camas turísticas fijada por el Plan Insular.

En un documento elaborado por el equipo de Ezquiaga se apuntaba que la Isla tenía 28.182 plazas turísticas hoteleras y 33.763 en complejos de apartamentos o villas. También que el planeamiento recogía otras 23.356 plazas turísticas para fijar el techo alojativo máximo de Lanzarote en 85.301 camas.

El nuevo Plan Insular no contempla construir establecimientos alojativos en suelo rústico, como prevé el proyecto de Ley del Suelo

Un estudio del Gobierno de Canarias evidenció que en la Isla se están alquilando otras 28.000 plazas mediante el alquiler vacacional y, en su inmensa mayoría, no se contabilizan como oferta turística oficial. Para Ezquiaga, “hay que tener mucho cuidado con esta nueva tendencia” en el sector turístico. Defiende que, “al revés” que en 1991, cuando se aprobó el Plan Insular, que abogaba por reducir las plazas hoteleras, “ahora mismo todos contemplamos que el turismo hotelero es el más deseable, el que produce empleo de más calidad, sobre todo en altos niveles de cualificación, a partir de cuatro estrellas”.

La Isla está batiendo récords en la afluencia de turistas: en el último año se superó la cifra de los 2,9 millones de visitantes. “El primer paradigma” a seguir es “cambiar cantidad por calidad”, indica. “Es mejor tener menor número de turistas pero que aporten más a la economía insular, dado que cada turista produce un impacto ambiental”.

La otra pauta es “cualificar la oferta turística”, una tarea que ya ha empezado con la renovación en Puerto del Carmen o Costa Teguise. “Una parte muy importante de la oferta turística está obsoleta, corresponde a décadas ya superadas, para un turismo de muy bajo nivel de exigencia”.

Comentarios

Ni una cama más. Ni un turista más. Paren la destrucción de Lanzarote.

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