El Santander ya ha subastado la casa

La PAH logra paralizar el desahucio de una mujer, con un hijo menor, en Playa Blanca

Foto: De la Cruz.
Saúl García 10 COMENTARIOS 06/04/2015 - 14:11

El desahucio de la vivienda de Deiva Salamanca estaba previsto para las 11.00 horas de este lunes. Una hora más tarde, el Juzgado confirmaba que se había suspendido la ejecución porque el Banco Santander lo había solicitado.

“No lo piden porque tengan un componente social y humanitario sino porque no les interesa esta publicidad negativa”, decía Cristina Cividanes, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Lanzarote, que había juntado a una veintena de personas para evitar el lanzamiento.

La casa de Deiva Salamanca está en la calle Cherne de Playa Blanca, detrás del Lanzarote Princess. La compró en el año 2004 por 160.000 euros. Es una vivienda antigua, construida en el año 1980. Tiene cuatro habitaciones distribuidas en 105 metros cuadrados. El piso de arriba está abandonado.

La zona es buena, a pocos metros del mar, pero los inmuebles ya son viejos. Ahora viven en esa casa ella, que trabaja como cocinera en un hotel, y su hijo de 16 años, al que se abrazaba cuando se supo que el desahucio se había paralizado.

El Banco Santander ha vendido la deuda de 34.000 euros a un ‘fondo buitre’

Hace unos años también vivía su hijo mayor, que ahora vive en Colombia. “Se fue por la deuda -dice ella - se le fue cayendo el pelo por los nervios”. A su hijo, como tenía nómina, lo pusieron de avalista del préstamo cuando el primer avalista también se volvió a su país. La UCI, una financiera vinculada al Santander, le dio dos préstamos: uno para la casa, para pagar la hipoteca, y otro personal para pagar los gastos.

En 2005, como pagaba más de 1.300 euros al mes, le pasaron la hipoteca al Santander, pero llegó un momento en que no podía pagar más. “El banco -dice- se quedaba con mi nómina y la de mi hijo y nos dejaba 300 euros para pasar el mes”. Así que en 2011 dejó de pagar. “Quise arreglarlo pero el banco me dijo que tenía que pagar 5.000 euros y yo no los tenía, si los pagaba me quedaba sin comer”.

“La lucha no ha terminado porque Deiva necesita una segunda oportunidad”

La entidad bancaria ha aceptado la dación en pago, la casa ya ha sido subastada, y a Deiva le comunicaron que no tenía ninguna deuda, pero el banco ha vendido la deuda a Lindorf, un fondo buitre que ahora le reclama 34.000 euros. “Y los fondos buitres se comen la carne hasta que sólo queda hueso”, dice Cividanes.

El desahucio se ha parado pero la deuda sigue. La alegría entre los miembros de la PAH que habían acudido a arropar a Deiva se mostró en forma de cánticos, abrazos y señales de victoria puño en alto cuando se comunicó la paralización por teléfono. Pasadas las 12.30 ya aparecían los bocadillos que habían preparado por si la resistencia era larga. “La lucha no ha terminado -dicen en la PAH – porque Deiva necesita una segunda oportunidad”.

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