CULTURA

La Graciosa: 25 años que parecen un siglo

M.J. Tabar 12 COMENTARIOS 15/08/2016 - 08:02

La fotógrafa Gabriele Marl (Iserlohn, 1967) se enamoró de esta isla de 29 kilómetros cuadrados la primera vez que vio su silueta. Era un día ventoso. Enero de 1989. “Este es el sitio”, pensó. Huyó de Fariones y se instaló seis semanas en la pensión Girasol. Su proyecto La octava isla cambiante habla de la metamorfosis que ha vivido La Graciosa en un cuarto de siglo.

“Me impresionó un montón”, dice la documentalista alemana mientras señala unas panorámicas en blanco y negro, tomadas con una cámara Leika analógica. Montaña Amarilla, el jable, la baja de Majapalomas, la playa de Las Conchas, la bahía del Salado… Un universo de roca tallado por la fuerza oceánica, bañado por una luz “especial”.

Aquella primera vez, Gabriele tenía 22 años y no hablaba ni una palabra de español. Buscaba un sitio tranquilo donde descansar y ver la luz del sol. Caminaba cargada con tres mochilas repletas de material fotográfico. “Les debí de parecer una extraterrestre”, cuenta.

La Graciosa de aquel entonces tenía cinco o seis apartamentos para turistas y dos pensiones (Girasol y Enriqueta). Los viajeros eran independientes, se movían por su cuenta. Aquí no llegaban los touroperadores ni las excursiones organizadas. “Si querías comer pescado, la noche anterior tenías que avisar a Margucha o a Enriqueta para que lo tuvieran preparado”. Había que adaptarse a los usos.

A la entonces joven camarógrafa de la televisión alemana, La Graciosa le pareció un sitio “cerrado al mundo” y le recordó a la sociedad alemana antes de la primera guerra mundial. “Me di cuenta cuando empecé a hablar español: han llegado a la vida moderna en muy poco tiempo; no han tenido tiempo para mentalizarse y eso ha desbordado a la gente mayor”, considera.

Aún no lo sabía, pero Gabriele iba a ser conquistada por una segunda fuerza natural: el carácter de la mujer graciosera. “Me abrieron las puertas de su casa desde el principio”. No hacía falta diccionario ni Google Translator. Uno se apañaba. La fotógrafa recuerda gente con un corazón “tan grande” como su conocimiento del medio. Mujeres cooperativas, afectuosas y “administradoras de la vida diaria”. Buenas conversadoras, con el reojo puesto en el horizonte para distinguir bien el barco que debería traer de vuelta a su compañero después de una larguísima jornada faenando la mar.

Cuando aprendió bien el idioma (pasó cuatro años trabajando en Lanzarote), Gabriele empezó a entender la historia graciosera. Supo de la vida todoterreno de aquellas señoras que se encaramaban al Risco para transportar kilos de mercancía sobre la cabeza, pendientes del único calendario útil: el de los vientos y las mareas.

Llegó el agua corriente y el desarrollo turístico empezó a transformar el puerto. De la obra de la fotógrafa alemana se deduce que antes había más gente y ahora, más cosas. “Más cosas pero para el turista, no para la gente del pueblo”, puntualiza ella. Cada vez es más difícil ver a los locales echar la tarde a la sombra. “Si te fijas, se reúnen en la parte derecha del pueblo, donde no hay tanto movimiento turístico”. No es rechazo, ni reclusión. Es tranquilidad. Porque lo que antes era intercambio de experiencias y hospitalidad, ahora es saturación de

Instagram y desconfianza. Una sensación resumida en una frase: “Mira Gabi, nosotros estamos viviendo en un parque natural, no en un parque zoológico; nos miran como a los monos”, le decía una joven  hace poco.

Dos maneras de pensar

Gabriele ya no es la forastera de hace un cuarto de siglo. Tiene 50 años y es una vieja conocida de Caleta del Sebo. Por lo que observa y por lo que le cuentan los vecinos, cree que la isla atraviesa un momento de inflexión.

Hasta hace bien poco, 40 familias vivían de la pesca, hoy apenas quedan seis. Los barcos eran el orgullo de su economía y tradición, hoy “se abandonan en cada esquina” porque es costoso reparar la madera, alquitranarlos, tenerlos en buenas condiciones. “Antes la gente se sentaba con la puerta abierta, se tomaba un poco de vino y hablaban… Ahora no se visitan y si lo hacen, cierran la puerta”, explica Gabriele. Antes no había coches, y en algo más de dos décadas hay unos 200. El “voy un momento a la tienda”  de antes significaba “no regreso antes de una hora”; ahora se va a comprar. Antes, los tejados se mantenían limpios para que el agua de la lluvia cayera limpia, valiosísima, al aljibe. Hoy se abre el grifo y sale sola, pero en la factura no se desglosa el verdadero precio que pagamos por disfrutar de ese chorro tan poco corriente.

“Yo soy documentalista y vengo de la época analógica, de cuando el único engaño que podías hacer era sacar o no sacar la foto”, explica la autora alemana, que pide reflexión, diálogo y responsabilidad colectiva en la toma de decisiones de La Graciosa.

Gente como Eleuteria, Feliciano o Victoriana vivieron practicando la sostenibilidad, cuando todavía no se había acuñado el término. Sus nietos tendrán que decidir el tipo de convivencia y el modelo de desarrollo que quieren para su territorio: “Hay que decidir el futuro, si no quieres que lo decidan por ti”, dice Gabriele.

‘La octava isla cambiante’ puede verse en el Convento de Santo Domingo (Teguise) hasta el 14 de agosto y posteriormente se trasladará a La Graciosa.

Comentarios

YO TAMBIEN SOY GABRIELLE, Y HE SIDO TESTIGO DE TANTOS CAMBIOS. EL GRACIOSERO NO LAS HA VISTO VENIR DE FUERA, PORQUE ELLOS MISMOS HAN HIPOTECADO SU BIENESTAR. HAN RECIBIDO PARCELAS PARA LAS CASAS DE SUS HIJOS Y LAS HAN VENDIDO. HAN QUERIDO PELLIZCAR LAS BONDADES DEL TURISMO Y HAN PERDIDO EL CONTROL. HAN PERMITIDO, Y PERMITIDO, Y OBRADO A ESPALDAS DE LA LEY. HAN JUGADO A SER CIUDADANOS DE SEGUNDA PARA ELUDIR SUS RESPOBNSABILIDADES,LAS FISCALES Y OTRAS. Y TODOS HEMOS PERMITIDO QUE PROLIFERARAN APARTAMENTOS ILEGALES Y UN PARQUE MOVIL INJUSTIFICADO DE VEHICULOS. SE QUE ES DURO, PERO ME ARRIESGO A AFIRMAR QUE RECOJEN LO QUE HAN SEMBRADO.TRISTE Y DESCORAZONADOR.
Yo no los juzgo. Conocí La Graciosa en buenos tiempos, hace veinte años y me pareció que allí había un paisaje fabuloso, de los más bellos del mundo, sin contar con que la sencilla pero contundente gastronomía era excelente. Compré algunos libros para documentarme y comprendí la dureza de sus vidas, en contraste con la placidez aparente que veíamos los visitantes.Supuse que era cuestión de poco tiempo, sin embargo, para que aquello dejara de ser idílico y "paradisíaco". Y así ha sido, por lo que pude comprobar con los años. Y ahora, este reportaje me lo confirma. Recuerdo a unos conocidos, unos pijos madrileños, que llegando a Marruecos en yate exclamaron : ¡Qué hermoso es el subdesarrollo! Ojalá se quedara siempre así... Puro egoísmo y distorsión.
Es muy fácil hablar cuando no se vive en la isla y sólo se viene un mes al año de vacaciones. Hay que estar en la isla los doce meses para saber lo duro y difícil que es buscarse los garbanzos. A falta de la pesca por diversos motivos los nativos se han adaptado como mejor han podido que es dependiendo del turismo. Habrán cosas que se han hecho mal pero no creo que haya que reprocharles nada por intentar darle de comer a sus hijos.
Me gustaria que pensaras que ese modo de vida lo has creado tu entre otros.o que pensabas que iban a seguir subiendo el risco a por comida y los de lanzarote u otro lugar se sentarian en la plana con la cervecita o borrachos en su fiesta para tener esa tranquilidad que pretendes y que al parecer tu solo quieres disfrutar. Con no ir ayudas a mejorar el medioam iente que idealizas los gracioseros se autoregularan. Las colonias estan psasadas de moda. Pasalo y te aseguro que se conseguira y deja que su futuro lo labren ellos como se ha hecho por ej. En lanzarote
La codicia del turismo ya es irremediable en la graciosa y, efectivamente, no ha sido gente de fuera quienes hayan aprovechado el chollo.
MARCIAL ARREQUINTAS , CON LA VERDADERA REALIDAD, LA MAYOR ESPECULACIÓN DEL SUELO. Y DESPUÉS NO SE ENTIENDE, O ALGUIEN QUE ME LO EXPLIQUE, EL LUGAR DE ESPAÑA DONDE MAS PESCADO ABUNDA, Y ES DONDE MAS CARO SE COME. MIRA QUE ME HAN INVITADO, PERO HACE MUCHOS AÑOS DIJE, NO VOY. HAN ESPECULADO , SOLARES TIERRA DE NADIE, VENDIDO EN CIFRAS MUY ALTAS, SACADO EL DINERO E INVERTIDO EN OTROS LUGARES DE LA ISLA, Y QUE QUIEREN, QUE LES DEVUELVA LA PARCELA DE NUEVO, QUE GRACIOSO.
MARCIAL ARREQUINTAS , CON LA VERDADERA REALIDAD, LA MAYOR ESPECULACIÓN DEL SUELO. Y DESPUÉS NO SE ENTIENDE, O ALGUIEN QUE ME LO EXPLIQUE, EL LUGAR DE ESPAÑA DONDE MAS PESCADO ABUNDA, Y ES DONDE MAS CARO SE COME. MIRA QUE ME HAN INVITADO, PERO HACE MUCHOS AÑOS DIJE, NO VOY. HAN ESPECULADO , SOLARES TIERRA DE NADIE, VENDIDO EN CIFRAS MUY ALTAS, SACADO EL DINERO E INVERTIDO EN OTROS LUGARES DE LA ISLA, Y QUE QUIEREN, QUE LES DEVUELVA LA PARCELA DE NUEVO, QUE GRACIOSO.
Me sumo al comentario número 1.- La foto de Catalina y Sinforiano, magnífica, plasma a dos gracioseros de acero, curtidos por los tiempos y la dureza de la vida en Caleta del Sebo. Respecto al crecimiento desmedido, aventuro un triste final pues la invasión diaria de turistas terminará con lo poco que queda de paraíso. La riqueza que genera esta avalancha cae en cuatro manos. El resto bailando la música que el imperio económico les pone, trabajando hasta 14 horas por sueldos ridículos, para luego gastar el producto en las industrias de sus patrones.
Llevo viniendo a La Graciosa desde el 90 y el cambio ha sido brutal, todos los pueblos tienen derecho a elegir su vida y lamentablemente este gran pueblo majorero ha decidido elegir su.vida al son de cuatro familias que son las que mantienen la pauta y el negocio para ellos pero el destrozo de la isla. Como ejemplo la playa de franceses no hay quien pueda disfrutar de ella es un coto privado y que no se te ocurra quejarte Esperemos que mas pronto que tarde se den cuenta del deterioro y tomen medidas. Se me viene a la mente el ejemplo de la playa de las catedrales donde se controla el acceso, podrian empezar por ahí.............
Soy bastante más viejo que esta Sra extranjera. La primera vez que fui a La Graciosa fue a bordo de un barquillo de pesca, propiedad del Alcalde Pedáneo de la isla D. Jorge Toledo, allá por el mes de Julio de 1960. Luego volví todos los años en el mismo mes hasta 1968. Unas veces, las primeras, en el barquillo que después patroneaba el hermano de D. Jorge; La mayor parte de las veces saliendo de Órzola, pero alguna otra desde La Caleta, debido al tiempo reinante en Los Fariones que impedía hacer la travesía desde Órzola en esos barquillos. Después D. Jorge se compró una "Falúa" más grande que los barquillos y la travesía se hacía más rápida y segura. Pero, a partir de este momento, se creó una ruta turística con Lanzarote que fue y, a seguido, incrementando la afluencia de turistas a la octava isla, con el consiguiente deterioro que provoca esta actividad descontrolada y que solo produce, para los nativos, 4 duros de beneficios. Por otra parte, decirle a esta Sra. alemana que no recuerdo tejados en las casas sino azotéas. Y muchos,y muchos recuerdos muy agradables de sus habitantes, otrora trabajadores, hospitalarios y muy buenas gentes.
También podemos hablar de los jóvenes gracioseros convertidos en yonquis. Riqueza que para mí no quiero.
no he ido a la graciosa pero todo tiene sus pros y sus contras aqui en aragon las temperaturas caen por debajo de cero en inviern oy alli teneis un clima digamos tropical y no sabeis lo que teneis esta claro que el turismo lo arrasa todo pero no tendrian que dejar que vengan de fuera y hagan eso con vuestra isla eso no lo veo justo aun asi me gustaria estsr un tiempo por alli a poder ser fuera de la temporada de verano no tanto jaleo si me ayudasen con algun trtabajo y alojamiento n ome importaria estar un tiempo de prueba ya me adaptaria a lo quefuese por ejemplo me da igual la leche y los huevos soy casi vegetariano no hay problema mi correo es ramonrubio71@gmail.com y mi face es ramon rubio martinez por si me ofreceis algo gracias a todos as los de la graciosa soys un tesoro

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