La situación de la especialidad de digestivo en el Hospital José Molina Orosa no es buena. En los últimos diez años no ha cambiado nada, continúan con los mismos recursos materiales mientras que, en ese mismo periodo, las necesidades son mucho mayores. La causa más frecuente de muerte es el cáncer, por encima de las enfermedades cardiovasculares.

El cáncer de colon es el segundo más común a nivel mundial, tanto en hombres como en mujeres. Cuando este cáncer se manifiesta la mayoría de las veces lo hace en fases avanzadas, cuando su tratamiento está lejos de ser curativo. El tratamiento más eficaz es su prevención, mediante el diagnóstico precoz y tratamiento endoscópico de las lesiones que lo preceden, como los pólipos de colon. Por este motivo, en los últimos años, han aumentado exponencialmente las indicaciones para hacer una endoscopia diagnóstica y terapéutica, ya que con esta técnica se pueden llegar a salvar vidas, evitando el diagnóstico tardío, donde no se puede realizar un tratamiento curativo.

En 2005, la Unidad de endoscopias digestivas contaba con dos únicas salas. Más de diez años después, las salas siguen siendo las mismas con el mismo número de aparatos. Los recursos materiales no han cambiado. No se puede, por tanto, llevar a cabo la labor asistencial adecuada, para realizar todas las endoscopias necesarias, lo que conlleva un aumento de las listas de espera y de la demora en el diagnóstico. Los cánceres que se diagnostican demasiado tarde son cada vez más frecuentes.

La jefa de la sección de digestivo del Hospital José Molina Orosa, Dulce María Reyes, ha solicitado en múltiples ocasiones, tanto en las reuniones mensuales en el centro hospitalario como en varios encuentros privados, durante los últimos años, la ampliación de esta Unidad. Tanto la Gerencia como la dirección médica han reconocido que su ampliación es prioritaria pero no llega.

Reyes señala que ya hay cuatro salas “expuestas en un plano” desde hace más de un año, que si se pusieran en funcionamiento, se pasaría de una media de 18 o 20 endoscopias diarias a cerca de 40. Actualmente, una de las salas se dedica a las pruebas programadas y la otra es para los enfermos ingresados, las urgencias y sólo algunas programadas. La sección contaba con seis digestólogos aunque ahora tiene uno menos, por lo que ha aumentado aún más el trabajo que se tienen que repartir, en planta, consultas y endoscopias, además de urgencias y guardias, entre otras labores.

La doctora advierte que ha descendido la calidad, número y técnicas endoscópicas y que hay un retraso en el diagnóstico de cáncer de colon, así como que se están acumulando las reclamaciones de pacientes y familiares por este motivo. “Estamos sobrepasados”, señala. También destaca que hay dos torres de alta resolución que no se pueden aprovechar dado que los endoscopios que tienen no son los que corresponden a dichas torres “y se nos pueden escapar muchas patologías”, resalta.

En 2005 el Hospital José Molina tenía dos salas para endoscopias y hoy sigue teniendo los mismos recursos a pesar de que las necesidades han aumentado

En los datos del Servicio Canario de Salud, recogidos por datosdelanzarote.com, no aparece cuál es la lista de espera para una endoscopia, mientras que sí aparece la demora en otras pruebas complementarias, como las mamografías, el TAC o las ecografías.

La doctora Reyes señala que en la Unidad se están adelantando al diagnóstico para evitar demoras porque se revisan detenidamente las interconsultas de los médicos de cabecera para citar de forma directa y preferente en endoscopias a aquellos pacientes cuyos síntomas “son sospechosos”, para que no tengan que esperar a ser vistos primero en la consulta de digestivo y después esperar para la realización de la endoscopia.

Ante esta situación, una de las medidas que ha puesto en marcha el Servicio Canario de Salud es el Plan Funciona, las conocidas como peonadas. “Esto alivia la lista de espera de los pacientes preferentes, pero es un parche -señala la doctora- porque supone una sobrecarga de trabajo, acabamos pasando en el Hospital más de doce horas”. “Esta situación no puede mantenerse bajo ningún concepto”, destaca Dulce Reyes.

Derivaciones

Por otra parte, para evitar la demora en las listas de espera, también se está derivando a pacientes a Hospiten para que les hagan una endoscopia, y donde sólo hacen el diagnóstico. Esta medida, no obstante, no es eficaz dado que no realizan tratamiento endoscópico, con lo que el paciente tiene que ser sometido a una segunda colonoscopia en el Hospital José Molina Orosa, para el tratamiento de las lesiones diagnosticadas allí. “Esto acaba produciendo más retraso y más problemas ya que primero el paciente debe ser valorado en la consulta de digestivo para ver el resultado de la endoscopia realizada en Hospiten, con lo que la demora pasa a ser de varios meses”, destaca la doctora.

Sin sistema de cribado

Tanto en el Hospital Doctor Negrín como en el Hospital Insular de Gran Canaria se lleva a cabo un sistema de cribado para prevenir el cáncer de colon entre toda la población de esa Isla mayor de cincuenta años. A todos se les practica una prueba de sangre oculta en heces (en caso de ser positiva, se les realiza posteriormente una colonoscopia para descartar que puedan sufrir este tipo de cáncer o bien lesiones precancerosas). En Lanzarote no se está llevando a cabo y están llegando pacientes con casos ya avanzados de cáncer que se podrían haber evitado si se pusiera en marcha este servicio de prevención.