Inquietud y satisfacción en La Graciosa: “Queremos saber las medidas sanitarias para garantizar la salud de los vecinos”
El “control” en las entradas y salidas de la octava Isla, la principal preocupación
En la isla de La Graciosa, como en las otras que han empezado antes que ningún otro territorio el plan de desconfinamiento –La Gomera, El Hierro y Formentera- la satisfacción por estar en los puestos de salida de la desescalada convive con cierta inquietud y preocupación.
Por un lado, sus habitantes aplauden que les permitan empezar a recuperar sus vidas y que se reactive la economía, mientras que los empresarios, hosteleros y comerciantes tienen muchas dudas sobre los protocolos a seguir y recuerdan que la falta de turistas hará que se mantenga inactivo el sector que las mantiene.
Asimismo, se apela a la responsabilidad en el cumplimiento de las normas que se establezcan para la desescalada y, en el caso de La Graciosa, uno de los pocos territorios de España que no ha sufrido ningún contagio de la Covid-19, no son pocos los vecinos que quieren saber qué controles sanitarios se aplicarán cuando se reabra su única conexión con el exterior, la línea marítima con Lanzarote.
En el Ayuntamiento de Teguise, la concejal que vela por los intereses de la conocida como octava isla, Alicia Páez, aseguró este miércoles que sus convecinos están "contentos" por ser pioneros en la aplicación del Plan de transición hacia una nueva normalidad anunciado por el presidente Pedro Sánchez, pero también afrontan esa fase "preocupados" por cómo se llevará a cabo la apertura del puerto de Caleta de Sebo.
En La Graciosa, con 737 habitantes censados, están convencidos de que las restricciones impuestas en la línea marítima que conecta Caleta del Sebo con Órzola les han permitido llegar a este punto sin un solo contagio, pese a que en Lanzarote se han registrado 84 desde el inicio de la pandemia.
El “sacrificio de todos”
Páez asegura que los gracioseros están muy satisfechos por los frutos que ha dado "el sacrificio de todos y la responsabilidad en el cumplimiento de las normas", pero también inquietos por saber cuáles serán las medidas sanitarias que se adoptarán en adelante.
"Queremos saber las medidas sanitarias que se van a tomar para garantizar la salud de los vecinos, sobre todo en lo referido al control de las personas que entren o salgan de la Isla", apunta la concejal, que aboga por que se hagan test a todos los residentes de La Graciosa y se refuerce su personal sanitario.
Por su parte, Miguel Páez, animador sociocultural y portavoz del movimiento ciudadano que consiguió que el Estatuto de Autonomía de Canarias reconociera a La Graciosa como la octava Isla del archipiélago a todos los efectos, coincide en que los vecinos "reciben la noticia con bastante responsabilidad, por ser los primeros".
"Debemos actuar con cautela, porque, aunque aquí no tenemos ningún caso, estamos conectados con Lanzarote, y eso significa que hay una posible vía de entrada", insiste.
“El mundo sabe que existimos”
Raquel Padrón, comerciante en La Frontera (El Hierro), reconoce que está contenta por el inicio de esta nueva etapa en la que podrá abrir su establecimiento, aunque aún no sabe en qué condiciones. Imagina que será con limitación de horarios y de frecuencia de los clientes, hasta ver cómo evoluciona la situación "y si la población responde".
Menos optimista se muestra Mayuri Castañeda, empresaria de un establecimiento de hospedaje, que manifiesta que hasta que las otras islas y el resto del territorio nacional no superen la fase 3 y se permita la movilidad, desde el punto de vista turístico, la decisión de ayer del Consejo de Ministros no supone un avance.
Sí valora que esta medida haya puesto en el centro del interés a las islas de Formentera, La Graciosa, La Gomera y El Hierro. "Ahora todo el mundo sabe que existimos", señala esta empresaria de El Hierro, que tiene 11.154 habitantes.
De cara a la apertura de la movilidad nacional e internacional, Castañeda pide que todos los países establezcan el mismo protocolo de seguridad para así garantizar la salud del destino y sus visitantes.
Responsabilidad social
La vecina de Valle Gran Rey Ariana Mesa está a la expectativa de conocer detalles de un plan que considera "bastante acertado", porque, según manifiesta a Efe este miércoles, no se puede comparar un territorio aislado con ciudades como Madrid. Solo espera "que todo mejore" y con ello el turismo, del que viven todas las islas.
Haridian Darias es asesora laboral y señala que La Gomera, con 22.100 habitantes, está en los puestos de salida de la desescalada porque cumple con las condiciones. "Solo espero que la gente sea responsable y cumpla con su obligación", señala. Darias no ha dejado de trabajar durante el estado de alarma y manifiesta que muchos de sus clientes están deseando empezar la actividad.
También Nieves Barrera, dueña de una librería, aplaude que este próximo lunes puedan iniciar ya la desescalada, porque de esta forma se podrá reactivar la economía y los comercios comenzarán abrir.
Una reapertura “por sorpresa”
La economía de Formentera, con poco más de 12.000 habitantes registrados, se basa en el turismo y, sin viajes entre las islas o entre éstas y la Península y otros países, no hay visitantes; por eso, aunque los ciudadanos celebran que se vaya acercando el final del confinamiento, muchos de los comercios, hoteles, bares y restaurantes de la isla que podrían adelantar su reapertura al resto de España desde el próximo lunes no retomarán de inmediato la actividad por falta de clientes.
La Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas celebra hoy como "una buena noticia" que se pueda adelantar en una semana la recuperación de muchas actividades, pero hosteleros y comerciantes tienen “muchas dudas” sobre los protocolos que deben aplicar para abrir sus negocios.
El presidente de la patronal, Pep Mayans, ha reconocido a Efe que les ha cogido "un poco por sorpresa" la reapertura y ha resaltado que prima la incertidumbre sobre si se tendrán que instalar mamparas, cuánto se separarán las mesas en las terrazas y locales o si habrá que servir con guantes y mascarillas, por lo que no espera un reinicio generalizado de la actividad el 4 de mayo.
Menos dudas tienen los hoteleros, ya que no abrirán el lunes porque no tendrán clientes. El presidente de la Federación Hotelera de Formentera, Vicent Tur, ha indicado que sin conexiones marítimas y con el aeropuerto de Ibiza casi cerrado, habrá que esperar a las siguientes fases de la desescalada para volver a la actividad.
En la isla, que cuenta con unas 12.000 plazas en hoteles de apartamentos turísticos, a las que se suman otras tantas de viviendas de alquiler vacacional, se han registrado siete casos de la COVID-19 y en la actualidad hay dos enfermos con síntomas leves confinados en sus domicilios y otro vecino de la isla está ingresado en el hospital público de Ibiza.
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