REPORTAJE

Hipotecas sin pagar en Lanzarote: cientos de personas están atrapadas por abusos bancarios

Fotos: De la Cruz.
Saúl García 0 COMENTARIOS 08/10/2014 - 06:43

Los Naranjos es una urbanización en las afueras de Costa Teguise. Era un complejo turístico pero, no se sabe cómo, se reconvirtió en residencial y comenzó a vender los apartamentos. Ana es vigilante de seguridad y compró uno en el año 2007: 42 metros, “49 con terraza”, por más de 120.000 euros. La tasación subió hasta los 195.000. La hipoteca, con la CAM, hoy Banco Sabadell, era a cuarenta años y la cuota de unos 700 euros.

Cinco años más tarde su situación económica empeoró y los gastos fijos absorbían todo su sueldo. Tuvo que dejar el piso y dejar de pagar. Su hipoteca estaba llena de cláusulas abusivas. El tipo de interés no era el que parecía y el banco, por ejemplo, podía coger el dinero de su cuenta corriente sin su permiso para satisfacer la deuda. El dinero destinado a la pensión que les pasa a sus hijos.

Como ella son cientos y cientos de personas en la Isla las que no han podido afrontar el pago de sus hipotecas. Víctimas de la crisis pero también de los abusos bancarios, de la burbuja inmobiliaria y de la especulación. Son historias diferentes pero unidas por un lastre, el de la hipoteca y la deuda, que no les deja seguir avanzando hasta que no se soluciona el problema.

En el caso de Ana aún no se ha solucionado. El mismo tasador que había fijado el precio de la vivienda casi en 200.000 euros en 2007, cinco años después la tasó en 35.000, y en Los Naranjos los apartamentos hoy se venden por 23.000. Ana ha dejado de pagar pero el banco no le reclama nada, de momento. Quien sí le reclama, media cuota, es una sociedad, Activ Capital, dedicada a comprar deuda e intentar cobrarla.

Desde octubre de 2012, cuando dejó de pagar y abandonó la vivienda, no se ha solucionado nada. Le ofrecieron firmar un documento en el que se daba a entender que le daban la dación en pago pero no era así. “Sólo me dicen que como tengo sueldo tengo que pagar, pero es que no puedo afrontar todos los pagos”, dice.

“El banco no hace nada porque juega con que crezca la deuda”, explica su abogado, Borja Pascual, que asegura que “en algunos casos, y debido a las cláusulas abusivas, si se anula la hipoteca, puede ser que sea el banco quien deba dinero a sus clientes”. “Para los bancos somos números; a veces les interesa ahogar al ejecutado y a veces no les conviene, depende de si la casa puede ser rentable y pueden hacer negocio”, añade.  

Para este abogado, la dación en pago puede ser una solución pero tampoco es la mejor solución. “Es un desahucio silencioso”, dice. Tiene trampa. El comprador pierde todo lo que ha puesto en la casa, a veces más de lo que valía inicialmente, y aunque no le quede deuda, aparecerá en listas de morosos o tendrá que pagar la plusvalía, porque la dación se considera una venta. Y si la hipoteca era superior a 100.000 euros, no se puede acceder a un alquiler social, según el Decreto de buenas prácticas bancarias.

Los bancos están cambiando de estrategia; en ocasiones no ponen demandas pero intimidan con cartas o visitas

Casi todos los bancos se comportan de la misma manera, aunque los hay aún peores. Es el caso de la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), vinculada al Santander, conocida por otorgar ‘hipotecas basura’ y especializada en casos que no querían otros bancos y en hipotecas puente: daban un crédito a personas que ya tenían una casa para comprar otra, vendiendo la primera. Es el caso de Rosa y Boubacar. Les quedaban por pagar 50.000 euros y les dieron 100.000 de hipoteca, pero la primera casa no se vendía. Cuando la venden, en lugar de reducirse la deuda, aumenta porque “el precio era más bajo que la responsabilidad hipotecaria”, así que les prestan otros 43.000 euros. Pasaron de pagar 600 euros a pagar 1.375. Dice Rosa que es la primera vez que deja de pagar algo, pero no podía hacer frente. Ahora tiene dos hipotecas con dos tipos de interés distinto, asociados no al Euribor sino al IRPH, un diferencial que manejan los propios bancos.

“Me han refinanciado tres veces, cada vez para pagar más, y no he amortizado nada de nada de capital, nunca se amortiza”, dice. La UCI ahora ya no tiene ni oficina en Arrecife, hay que hacer las gestiones pagando a través de un teléfono 902, pero dos personas fueron a su casa a exigirle el pago de la hipoteca. “Me están toreando y me están poniendo enferma”, dice Rosa.

Su abogado señala que “rozan lo inmoral” y que a una clienta, cuyo hijo tenía cáncer, el gestor de recobro le llegó a decir que iba a tener dos problemas: su hijo se iba a morir e iba a perder la casa. Según Borja Pascual, los bancos están cambiando la estrategia. En ocasiones no ponen demandas pero intimidan con cartas o visitas. En esta nueva postura ha influido la condena de Estrasburgo a España por las ejecuciones hipotecarias y la postura de los jueces de primera instancia, que se han puesto del lado de los consumidores. En Lanzarote, los jueces Cobo Plana y Jerónimo Alonso fueron de los primeros del país en anular ejecuciones hipotecarias, y el resto les ha seguido.

Los problemas, no obstante, siguen para mucha gente. Hay quien consigue la dación sólo parcialmente y mantienen una deuda, para la que le dan un crédito personal sabiendo que es de riesgo y que pueden no pagarlo. Hay quien se queda con una deuda eterna que les expulsa prácticamente del sistema por miedo a que les embarguen la nómina… En Lanzarote ya se ha presentado la Asociación de Perjudicados de Entidades Financieras (Apdef), que facilita las demandas colectivas, y sobre todo, ha abierto camino la PAH (Plataforma de afectados por la hipoteca), que acompaña y asesora y cuenta prácticamente sus batallas por éxitos.

Los abusos más comunes

01. PREFERENTES, ACCIONES DE BANKIA, SUBORDINADAS. No son productos asociados a hipotecas, sino a los ahorros de la gente, y hay afectados en toda España. Se están poniendo demandas colectivas por un fraude a gran escala. Las preferentes nunca se cobraban y las acciones no valen nada porque se infló, supuestamente, el valor del banco.

02. SWAP. Sobre todo, es un producto del Santander. Su funcionamiento no lo entienden ni los empleados de banca, pero consiste en que, suba o baje el tipo de interés, siempre gana el banco, aunque se contrataba para blindarse ante la posible subida de los tipos. En la Isla no sólo contrataron particulares, que han perdido mucho dinero, sino casi todos los ayuntamientos.

03. CLÁUSULAS SUELO. El tipo de interés de la hipoteca, en la práctica, no baja nunca del tres por ciento, y era una parte de la letra pequeña, que se lee en la notaría a toda prisa y no se informa de forma adecuada.

04. VENCIMIENTO ANTICIPADO. En algunos casos, por una sola cuota sin pagar, o por tres o cuatro, de un préstamo de 200 cuotas, el banco puede reclamar toda la deuda de forma inmediata.

05. DURACIÓN E INTERESES. Préstamos hipotecarios generalizados de hasta cuarenta años e intereses de demora abusivos que aumentan la deuda de forma exagerada si no se paga.

06. OTROS. Cláusulas como la prohibición de alquilar la casa o de usarla como oficina, la posibilidad de traspasar dinero de la cuenta corriente sin permiso o atribuirse la posesión de la vivienda al entrar en un contencioso y cobrar al dueño por administrar su propia casa.

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