DIARIO DEL CORONAVIRUS (XXV)

El puzzle

Saúl García 1 COMENTARIOS 09/04/2020 - 20:51

No llega a ser un vicio porque hago uno cada dos años, pero cuando se empieza es una bola que crece y no para. Es una de esas cosas con buena prensa si la hacen los niños o los abuelos, pero que no se puede revelar si estás en la franja intermedia. No es aconsejable ponerlo como afición en el perfil de Tinder y se libera un poco menos de adrenalina que haciendo puenting. Fíjense si será poco cool que ni siquiera hay un anglicismo, como puzzling, para describir el acto de hacer un puzzle.

Pero ustedes me dirán: si no es durante un confinamiento, ¿cuándo? Solo lamento no tener uno de 4.000 o 5.000 piezas, de esos que te obligan a cambiar los muebles de sitio, de esos que te hacen pasar dos días enteros sin poner una pieza, únicamente seleccionando los colores.

Dice la web puzzlepassion que hacer puzzles proporciona “sensaciones muy positivas a nivel mental y emocional”. Mejora la capacidad de resolución de problemas, ejercita la agudeza y memoria visual, favorece la capacidad de análisis y de elaboración de estrategias, eleva la autoestima, mejora la atención, mantiene activa la curiosidad, desarrolla la tolerancia, paciencia y adaptación ante las dificultades y ayuda a ser más ordenados y adquirir buenos hábitos como la constancia. Como ven, tiene más propiedades que el aloe vera. Según esto, ya estamos tardando en que la UME reparta puzzles a la población de forma masiva.

A mí a estas mejoras me duran lo que me dura el puzzle. Luego desaparecen. Todas son ciertas pero habría que añadir alguna negativa, como la desesperación, el hambre que da, el dolor de espalda, el dolor de muñeca de ponerse y quitarse las gafas y el abandono de otras obligaciones.

El puzzle es paciencia, constancia y orden. No es raro que no esté entre las aficiones más populares de este tiempo. El marco está fijado. No hay creatividad. Ni siquiera se trata de construir sino de reconstruir. No hay sorpresa al final, a excepción de que falte una pieza. El objetivo es que todo encaje, que todo vuelva a su sitio, que la realidad del tablero acabe siendo exacta, aunque aumentada, a la realidad representada en la caja.

Lo voy a dejar ya, porque me va acabar saliendo una alegoría de saldo entre los puzzles, los medios de comunicación y el poder y porque se me está resistiendo una pieza y hasta que no la ponga no ceno.

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Comentarios

Las pasiones privada son inexcrutables. Un verdeo enigma. Los puzzles son, sin embargo, un laberinto. Me temo que la prensa y la política no son ni lo uno ni lo otro. Se hunden en la previsibilidad y la vulgaridad de los lugares comunes: meros instrumentos de los intereses del poder del dinero.

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