Responsabilizan a los compradores

El promotor de La Bufona dice que "es el proyecto más legal en la historia de Lanzarote"

Federico Echevarría y Antonio Caro, promotor y constructor de la urbanización La Bufona / Foto: Felipe de la Cruz.
Saúl García 2 COMENTARIOS 16/11/2015 - 18:46

Este lunes se ha celebrado en el Juzgado de lo penal número 3 de Arrecife la primera jornada, de las cuatro previstas, del juicio de La Bufona, en el que se acusa a los promotores Federico Echevaría y Antonio Caro, de ocupar suelo rústico y desobedecer la orden de paralización de las obras durante la construcción de la urbanización La Bufona. La promotora era Brisa Inversiones, que pertenecía a los dos acusados, Federico Echevarría y Antonio Caro, y a Francisco Carmona, ya fallecido.

El arquitecto Federico Echevarría explicó que conoció a Francisco Carmona, que era delineante del Ayuntamiento de Arrecife desde 1979, en los años setenta cuando era delineante del despacho de José Ignacio Torres, que había contactado con él para hacer los planes generales de Teguise y de San Bartolomé. A Antonio Caro lo conoció porque su empresa Costegui hizo las obras de un hotel en Costa Teguise que proyectó Echevarría.

Durante su declaración, señaló que lo de Carmona "no era una incompatibilidad". Las obras comenzaron en 1995 o 1996 y el aparejador era Ubaldo Blanco. Terminaron en el año 2000 "sin que nadie les comunique ningún problema". "Todas las casas estaban terminadas con la licencia de primera ocupación".

Primero hicieron veinte casas y luego las demás. Solicitaron una modificación puntual del plan parcial, redujeron el tamaño de las casas para ajustarse al mercado "y para adecuar las manzanas a la urbanización que encontramos ejecutada y no se correspondía exactamente con lo que se decía".

Los promotores dicen que los técnicos municipales, a los que no identifican, les dijeron que levantaran el muro de las viviendas

"Es el proyecto más legal que se ha hecho en la historia de Lanzarote", dijo Echevarría, a pesar de que el Tribunal Supremo ha anulado la Modificación puntual de 1998 y que hay catorce órdenes de derribo dictadas por el Gobierno de Canarias. Según el arquitecto, "se obtenía la licencia y se construía, a lo mejor se construyó algún sótano antes, pero no es superficie computable. Todo estaba ajustado a los planos. No consultamos el catastro porque siempre está equivocado".

El fiscal Carlos Fernández le recordó que hay un informe que revela que una "total desvirtuación" de todo lo construido, pero Echevarría aseguró que tras entregar las casas, "posteriormente los propietarios han hecho lo que les ha dado la gana". "Entre 2000 y 2008, ahí se ha construido de todo, pero no hemos sido nosotros". "El Ayuntamiento dio el visto bueno a todo lo que yo ejecuté".

Tras entregar las casas, "posteriormente los propietarios han hecho lo que les ha dado la gana", dice el promotor

Respecto a los muros que delimitan las casas, que es una de las claves del juicio, ya que determinaría quién ocupó el suelo rústico, el arquitecto señaló que algunos muros se hicieron "porque el Ayuntamiento dijo que se hicieran ahí, dentro de un límite que se podía hacer, que no es suelo protegido". "Los técnicos municipales consideraban que se tenía que hacer ahí", porque la zona se iba a convertir en un basurero. "Eso me lo dijo Ubaldo (Blanco el aparejador), Carmona y Caro". "Me pareció normal porque estaba dentro del PIO", dijo, asegurando que las casas no están sobre suelo rústico.

Por su parte, Antonio Caro, ingeniero técnico y constructor, jubilado desde 2010, contó que fue él quien se encargaba de pedir las licencias en el Ayuntamiento porque Carmona le dijo que no le gustaba pedir una licencia y que le viera un compañero de trabajo.

"Me sorprende que ahora en las fotos haya piscinas, porque yo no hice eso", asegura el constructor de La Bufona

Según Caro, el Plan ya estaba hecho y urbanizado y las obras duraron desde 1996 hasta 2000. Las veinte primeras casa se vendieron en un mes y se modificó el Plan. "Como Brisa tenía otra franja más de terreno, los propietarios veían que la parcela era más grande que en la escritura", señaló. "Se hizo firmar que esa parte tenía un litigio y el Ayuntamiento nos dijo que quitáramos los escombros, para que no sirviera aquello de vertedero, se hizo el muro más arriba".

 Afirmó que la obra se ajustó a las licencias, porque si no, se lo hubiera advertido el técnico, y que cuando llegó la orden de paralización, las casas ya estaban hechas. "He visto fotos ahora y no se parecen a las obras que dejé en el año 2000", añadió: "Me sorprende que ahora en las fotos haya piscinas, porque yo no hice eso".

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