En el caso de 'blow out' o pérdida de control

El Ministerio admite que un posible derrame duraría 30 días soltando 3.000 barriles diarios

Saúl García 7 COMENTARIOS 10/06/2014 - 13:19

La pérdida del control del pozo petrolífero durante los sondeos, conocido como ‘blow out’, provocaría que ese pozo estaría vertiendo al mar durante 30 días unos 3.000 barriles de crudo al día, lo que equivaldría a un total de unos 15 millones de litros, que llenarían seis piscina olímpicas. Este sería el peor de los escenarios previstos en la Declaración de Impacto Ambiental hecha para los sondeos de Repsol.

La simulación realizada por Repsol sobre este hipotético accidente muestra que la zona con mayor probabilidad de paso de trayectorias está orientada hacia el suroeste de los sondeos debido a los vientos predominantes, “siendo la isla de Fuerteventura y la costa africana las que acumulan mayor probabilidad de ser alcanzadas especialmente por un blowout”.

El estudio dice que el derrame tardaría en llegar a la costa dos o tres días y que el volumen que llegaría sería de una cuarta parte en el caso de la costa africana y del 5 por ciento en el caso de las costas canarias.

Repsol estima “un riesgo ambiental y social bajo para Lanzarote y Gran Canaria, si bien, asigna un riesgo social alto y un riesgo ambiental medio a los derrames por un posible blowout en la isla de Fuerteventura”, según la Declaración de Impacto Ambiental.

Fomento dice que el derrame tendría más probabilidad de alcanzar Gran Canaria que Lanzarote

Por su parte, el Centro de Estudios de experimentación de Obras Públicas (Cedex) del Ministerio de Fomento, dice que la isla de Fuerteventura es la que acumula la mayor parte del riesgo, un 93,7 por ciento del total, seguida de Gran Canaria con un 6 por ciento y de Lanzarote con un 0,3 por ciento, mientras que el riesgo de contaminación del resto de las islas es muy bajo.

Impactos del proyecto

Por otro lado, la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) también recoge los riesgos del proyecto sin necesidad de accidente y describe el proceso dividido en tres fases: movilización y posicionamiento, perforación y, por último, retirada de la unidad de perforación. La primera de ellas se haría con el barco Rowan Renaissance, de 229 metros de eslora y 36 de manga y con capacidad para 210 personas y un helipuerto.

Sandía, Chirimoya y Zanahoria

La DIA se ha hecho para tres pozos: Sandía, que se encuentra a 885 metros de profundidad, Chirimoya a 1.109 metros, separados ambos por 14 kilómetros, y Zanahoria 1, en caso de que no sean satisfactorios los dos anteriores. Repsol reconoce que se llega a perforar a 3.500 metros bajo el nivel de la superficie. El proceso de perforación duraría unos 45 días por cada pozo, aunque si se perforara Zanahoria, que es un sondeo profundo serían otros 180 días más, es decir, unos nueve meses en total.

Las perforaciones tienen una fase que se realiza sin tubería de retorno de fluidos de perforación, por lo que vierten lodos al mar, compuestos de barita, bentonita y agua marina. Los pozos se sellarían con tapones de cemento y tapones mecánicos.

Base logística en Las Palmas

Las instalaciones logísticas estarían en el Puerto de La Luz de Las Palmas, que servirá de centro logístico para el suministro de material de operación y actividades de mantenimiento o reparación, y donde irán dos embarcaciones de apoyo. El helicóptero que trasladará al personal hasta el barco saldrá desde el aeropuerto de Guacimeta y hará unos diez viajes por semana.

 

BOE-A-2014-6167 by Diario de Lanzarote

 

Comentarios

Es llamativo lo alarmistas que son los medios insulares. ¿También podría no pasar nada no?. Me imagino que esos problemas los tendrán todos los pozos de petróleo del mundo
Que a lo mejor no pasará nada no es un argumento válido e inseguro completamente. En cuanto a que los demás pozos del mundo tienen esos problemas, mal de muchos consuelo de tontos.
Si no se hacen las perforaciones, la probabilidad de que suceda un derrame es igual a cero. Si se hacen, existe probabilidad a que suceda, por mínima que sea. Alarmismos aparte -aunque justificados-, sólo es necesario un accidente de derrame para la catástrofe ambiental y socioeconómica de las islas orientales e incluso las occidentales. Hagan lo que hagan, las aguas se van a ensuciar igualmente como sucede en todas las perforaciones del mundo que se realizan bajo el mar, debido a los propios procedimientos del trabajo diario. Estos problemas los tienen en todas partes como en todas partes hay derrames, algunos catastróficos, en la historia reciente. La cuestión debe ser tratada localmente y no de forma global. Canarias es un punto de incalculable valor ambiental en geo- y biodiversidad (no sólo lo que vemos por encima del nivel del mar), de cuyos paisajes nos beneficiamos el turista y el residente. Nuestra economía y nuestro patrimonio natural costero y marino es muy sensible a tales amenazas, con décadas de recuperación, claro está, allí donde pueda ser reversible. Sean los medios insulares (canarios y baleares) los que más se ocupen de estas noticias no denota alarmismo (no es necesario extremar posturas ajenas para desacreditarlas), sino una concienciación e implicación suficientes (como la de la población afectada) cuando se trata de una inminente amenaza a las puertas de nuestra casa... ¡cualquiera defendería la suya propia y esto no es demagogia!
Mucho bla bla bla para nada porque a esos solo les interesa los euros. Veremos a ver que pasa
¡Bravo, Oceanógrafo!
¡Bravo, Oceanógrafo!
Ayer en Telde hubo respuesta valiente a la provocación de Soria si no nos movemos algo más PP/REPSOL pasarán sobre nosotros como una apisonadora. Nos desprecian.

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