El Juzgado de primera instancia número 3 de Arrecife dictó este jueves una sentencia en la que condena a la empresa Juan Antonio Rivera a no desalojar a los ancianos Sinforiano Lemes y Pilar Callero de la vivienda que han ocupado desde los años 50 del pasado siglo en el barrio de Argana.

Este viernes la empresa ha dado una rueda de prensa para anunciar que permitiría al matrimonio seguir residiendo en la casa, que fue vendida por la Diócesis de Canarias a Juan Antonio Rivera en 2006. En otro Juzgado había instado el desahucio, que se había fijado para el 10 de marzo.

Sin embargo, cuando se produjo el anuncio público de Juan Antonio Rivera, la primera vez que la empresa comparece a dar explicaciones en este polémico asunto, ya se había dictado la sentencia que aceptaba de forma parcial la demanda de los ancianos.

En concreto, el Juzgado condena a la empresa “a cumplir” la estipulación del contrato entre Juan Antonio Rivera y la Diócesis de Canarias que le obliga a “permitir” que Sinforiano Lemes y su esposa “puedan seguir usando la vivienda de la calle Palacio Valdés hasta su fallecimiento” o a “realojarles en otra vivienda de igual calidad y superficie, igualmente hasta su fallecimiento”.

La sentencia se dictó el mismo día que se celebró la vista del procedimiento judicial, que se ha demorado durante varios meses ante las dificultades para contar con el testimonio del párroco de la Iglesia de San Ginés que vendió el solar y las casas por 360.000 euros.

Cabe destacar que el solar fue donado por un particular, Leopoldo Díaz, y que las casas fueron construidas por una organización religiosa, los cursillistas de la cristiandad, cediendo su gestión a la parroquia de San Ginés para que las destinase a familias con escasos recursos económicos.