El Juzgado de primera instancia número 3 de Arrecife ha dejado este jueves visto para sentencia un procedimiento, iniciado por Sinforiano Lemes y Pilar Callero, para que se cumpla la parte del contrato de venta de las casas de Argana por la Diócesis que les permitía residir en el que ha sido su domicilio desde los años 50 del pasado siglo hasta que fallecieran.

El portavoz del matrimonio, Andrés Medina, indicó que de forma paralela la empresa Juan Antonio Rivera, concesionaria de Iveco en Lanzarote, que adquirió las casas en el año 2006, ha efectuado una propuesta a los ancianos.

En la vista, según Medina, la empresa compradora defendió que las cláusulas del contrato que implicaban que el matrimonio siguiese viviendo en la casa o que fuesen realojados a cargo de la compañía, no tenían carácter obligatorio.

En versión de Medina, la empresa recalcó en el Juzgado que la Diócesis de Canarias tampoco denunció el supuesto incumplimiento del contrato, cuyo contenido era desconocido hasta hace dos años para los inquilinos.

Alquiler simbólico

Según Medina, el pasado lunes recibieron una propuesta de acuerdo por parte de la empresa para que los ancianos continúen residiendo en la vivienda de la calle Palacio Valdés a cambio de un alquiler simbólico de un euro, haciéndose cargo la parej de los gastos de la casa.

Sin embargo, el acuerdo no se ha firmado al solicitar el matrimonio “más tiempo para estudiar el documento”, que contenía algunas “cláusulas que no estaban claras”. Medina abogó por retomar los contactos en los próximos días y que se pueda materializar, evitando el desahucio fijado para el próximo 10 de marzo.