La decisión del tráfico en la Avenida de Arrecife parecía tomada pero va camino de convertirse en un culebrón. El Ayuntamiento ya ha instalado señales de ‘zona peatonal’, permitiendo carga y descarga entre las seis y las once de la mañana, acceso a vehículos autorizados y bicicletas, pero en el próximo pleno, previsto para el 20 de septiembre, se debatirá una iniciativa de Coalición Canaria para efectuar una consulta popular.

Los partidos que forman el gobierno municipal coinciden en que el tráfico debe restringirse a transporte público, de emergencias y residentes. El PSOE consideraba que ya había un acuerdo sobre la medida y CC solicita que sean los ciudadanos de Arrecife los que tengan “la última palabra” y se someta a “votación vecinal”. Enfrente, el PP defiende que de ningún modo se “cierre” la Avenida al tráfico y, como mucho, está dispuesto a transigir que sea de una sola dirección en vez de dos carriles.

Después del retraso en la ejecución de unas obras de remodelación, dentro del programa de zonas comerciales abiertas, que iban a durar cuatro meses y ya superan el año, el siguiente capítulo serán las posiciones que se evidencien en el próximo pleno del Ayuntamiento, cuando se debata la iniciativa de Coalición Canaria.

Las últimas consultas que se recuerdan en la Isla tuvieron que ver con nombres: el del Teatro Insular, que pasó a llamarse ‘El Salinero’, y el de San Bartolomé, que los vecinos decidieron que no se completase con el topónimo ‘de Ajei’. En la oposición hay quien interpreta la consulta como “una muestra más de las desavenencias en el grupo de gobierno”.

La alcaldesa, Eva de Anta, sostiene que autorizar en la Avenida sólo transporte público y residentes permitirá “que el peatón recupere la ciudad” y supondrá un incentivo “para los comercios y para el turismo”, que la ciudad “vuelva a mirar al mar”. “Es una apuesta” que sigue el ejemplo de ciudades como La Laguna, señala De Anta, y una “oportunidad” para “dinamizar” la Avenida marítima, añade. “Se van a organizar actividades, conciertos, pruebas deportivas y la Avenida va a ser la nueva zona de ocio y disfrute de la ciudadanía”, pronostica.

Samuel Martín, edil de Urbanismo, insiste en que CC “siempre ha defendido” que la Avenida tenga un uso “semi peatonal”, sin que circulen vehículos privados salvo los de los residentes. “Somos conscientes de que no todo el mundo opina igual y creemos que los vecinos deben elegir qué futuro quieren para su ciudad”.

En la iniciativa presentada por CC, los nacionalistas plantean “que se busque la fórmula adecuada” para que los vecinos “decidan” entre cuatro opciones: si quieren una Avenida “completamente peatonal”, que se “semi peatonalice” permitiendo transporte público, servicios de emergencias y vehículos de residentes, que el tráfico rodado “pueda circular en una sola dirección” o en “ambas direcciones”.

Entre los que consideran un “grave error” eliminar el paso de vehículos, Joel Delgado (PP) dice que “no se concibe una Avenida marítima en Canarias cerrada al tráfico. No ocurre en Las Palmas, ni en Santa Cruz, ni en Puerto del Rosario… y además la nuestra constituye, con la Vía Medular, un desahogo para moverse en la capital”. Delgado asegura que “no hay ni un informe técnico que avale el cierre de la Avenida” y entiende que “no hay alternativas” puesto que “las calles del centro no están preparadas para absorber tantos automóviles”.

Del cabreo por el lento ritmo de las obras, que tuvieron que ser ‘rescatadas’ por el Cabildo, nació la Asociación en defensa de los negocios del centro de Arrecife (Adenca). Su presidente, Rajesh Parwani, regenta una tienda de electrónica en la Avenida y recalca que su colectivo quiere que tenga “dos carriles como antes” o, “por lo menos, tráfico en un sentido”. A finales de agosto las obras estaban prácticamente concluidas, con las aceras abiertas y la calle asfaltada, a falta de plantar los árboles y algunos remates. “Las pérdidas continúan y la situación no ha mejorado en nada”, señala.

Hace unas semanas los comerciantes recibieron la visita de responsables del Ayuntamiento y el Cabildo ha sacado una línea de subvenciones para mejorar la apariencia de los establecimientos. La alcaldesa dice que hay empresarios que le han trasladado que sus negocios “se revalorizan” tras las obras. “En cuanto se empiecen a hacer actividades, la avenida se llena”, augura. El presidente de Adenca no comparte su opinión: “Estamos casi aislados y bastarán un par de meses para comprobar que se equivocan”.