Diccionario de Lanzarote para propios y extraños
A Antonio Gámez (Vélez- Málaga, 1959) le cambió su trayectoria profesional, y probablemente su vida, un agente de la Guardia Civil y un chico de 19 años. Llevaba más de veinte años viviendo en la Isla y trabajando en el sector turístico, como animador, guía o guía acompañante, en el Hotel San Antonio, en un barco de excursiones por Papagayo o en el Princesa Ico, que hacía excursiones a Fuerteventura.
Fue en una de esas excursiones, cuando iba en la guagua con los turistas, cuando la Guardia Civil ordenó parar al conductor y revisar los papeles. “El conductor lo tenía todo en regla y como no le encontró nada, me miró a mí y me pidió el carné de guía turístico”, cuenta Antonio. “Yo no sabía que hacía falta”.
Cuando llegó a casa comprobó que le hacía falta el carné y empezó a pensar en sacárselo. Esos mismos días, una amiga suya le pidió que le diera una charla a su hijo de 19 años que no quería estudiar. “Yo accedí y le empecé a contar lo importante que era estudiar y en la situación en que yo me encontraba, que no podía obtener el carné de guía porque no tenía una diplomatura”. “No sé si le convencí pero me di cuenta y me matriculé en la Escuela de Turismo”, señala.
“Lo he disfrutado mucho porque es un reto y te rejuvenece”, dice Antonio, que acabó logrando la diplomatura incluso antes del tiempo establecido. Cuando terminó decidió seguir, se sacó el Grado y dice que en la Escuela le han tratado muy bien y por eso está muy agradecido: “porque me han cambiado la vida”.
De hecho, empezó a trabajar como guía al día siguiente porque ya tenía la experiencia y los idiomas. Antonio habla inglés, que aprendió de forma autodidacta gracias a los turistas de Benidorm hace años, y alemán. ¿Y cambia mucho hacer el trabajo con una formación? “Cambia -asegura- porque te das cuenta de que antes te faltaban recursos”.
Antonio defiende su profesión como “el puente entre el patrimonio de la Isla y el turista” para poner en valor el destino: “Lanzarote es fácil para un guía porque es tan interesante que se vende sola”, así que intentan explicarla de forma amena “y aclarar algunas leyendas o informaciones que no son correctas”. Cuenta que para los turistas lo más llamativo son los volcanes, César Manrique y lo limpia y bien cuidada que está la Isla “y cómo es un lienzo en sí misma”.
![]()
Un guía turístico elabora como trabajo de fin de carrera en la Escuela de Turismo un diccionario de Lanzarote con los términos que puede necesitar un guía
Volviendo a la formación, cuando Antonio terminó el Grado se puso manos a la obra con el trabajo de fin de carrera. Buscaba hacer algo que fuera práctico y buscando palabras, se le ocurrió hacer un diccionario para guías, informadores y cualquier persona que trabaje con el turismo. Lo que acabó haciendo fue un trabajo a medio camino entre el diccionario y la enciclopedia que recoge lugares, personajes, palabras locales, expresiones... “Todas las palabras que de alguna forma sirven a los guías para trabajar”. Lo hizo pensando en la posibilidad de que un compañero de otra isla o de la Península llegue a Lanzarote a trabajar, para que le sirva de ayuda.
“Yo trabajé en Noruega de guía y en tres semanas nos dieron un curso y nos pusieron al día”, señala, y pensó en hacer algo parecido. El trabajo se llama ‘Diccionario de Lanzarote para propios y extraños’ y cuando lo terminó tampoco se quedó ahí e hizo el de Fuerteventura.
El trabajo obtuvo la máxima calificación y ahora falta que se pueda publicar. De momento se lo envía en formato digital a todo aquel que se lo pide, “porque el saber es para compartirlo”, pero para verlo en papel lo que le frena es meterse “a batallar y la burocracia”. Eso sí, aprovecha la entrevista: “por si cualquier institución o empresa privada quiere publicarlo, pues aquí estoy”.












Comentarios
1 Janine Roberts Mar, 08/09/2015 - 23:56
2 Carmen Corujo Jue, 10/09/2015 - 20:35
Añadir nuevo comentario