REPORTAJE

Diccionario de Lanzarote para propios y extraños

Vídeo y foto: Felipe de la Cruz.
Saúl García 2 COMENTARIOS 08/09/2015 - 06:26

A Antonio Gámez (Vélez- Málaga, 1959) le cambió su trayectoria profesional, y probablemente su vida, un agente de la Guardia Civil y un chico  de 19 años. Llevaba más de veinte años viviendo en la Isla y trabajando en el sector turístico, como animador, guía o guía acompañante, en el Hotel San Antonio, en un barco de excursiones por Papagayo o en el Princesa Ico, que hacía excursiones a Fuerteventura.

Fue en una de esas excursiones, cuando iba en la guagua con los turistas, cuando la Guardia Civil ordenó parar al conductor y revisar los papeles. “El conductor lo tenía todo en regla y como no le encontró nada, me miró a mí y me pidió el carné de guía turístico”, cuenta Antonio. “Yo no sabía que hacía falta”.

Cuando llegó a casa comprobó que le hacía falta el carné y empezó a pensar en sacárselo. Esos mismos días, una amiga suya le pidió que le diera una charla a su hijo de 19 años que no quería estudiar. “Yo accedí y le empecé a contar lo importante que era estudiar y en la situación en que yo me encontraba, que no podía obtener el carné de guía porque no tenía una diplomatura”. “No sé si le convencí pero me di cuenta y me matriculé en la Escuela de Turismo”, señala.

“Lo he disfrutado mucho porque es un reto y te rejuvenece”, dice Antonio, que acabó logrando la diplomatura incluso antes del tiempo establecido. Cuando terminó decidió seguir, se sacó el Grado y dice que en la Escuela le han tratado muy bien y por eso está muy agradecido: “porque me han cambiado la vida”.

De hecho, empezó a trabajar como guía al día siguiente porque ya tenía la experiencia y los idiomas. Antonio habla inglés, que aprendió de forma autodidacta gracias a los turistas de Benidorm hace años, y alemán. ¿Y cambia mucho hacer el trabajo con una formación? “Cambia -asegura- porque te das cuenta de que antes te faltaban recursos”.

Antonio defiende su profesión como “el puente entre el patrimonio de la Isla y el turista” para poner en valor el destino: “Lanzarote es fácil para un guía porque es tan interesante que se vende sola”, así que intentan explicarla de forma amena “y aclarar algunas leyendas o informaciones que no son correctas”. Cuenta que para los turistas lo más llamativo son los volcanes, César Manrique y lo limpia y bien cuidada que está la Isla “y cómo es un lienzo en sí misma”.

Un guía turístico elabora como trabajo de fin de carrera en la Escuela de Turismo un diccionario de Lanzarote con los términos que puede necesitar un guía

Volviendo a la formación, cuando Antonio terminó el Grado se puso manos a la obra con el trabajo de fin de carrera. Buscaba hacer algo que fuera práctico y buscando palabras, se le ocurrió hacer un diccionario para guías, informadores y cualquier persona que trabaje con el turismo. Lo que acabó haciendo fue un trabajo a medio camino entre el diccionario y la enciclopedia que recoge lugares, personajes, palabras locales, expresiones... “Todas las palabras que de alguna forma sirven a los guías para trabajar”. Lo hizo pensando en la posibilidad de que un compañero de otra isla o de la Península llegue a Lanzarote a trabajar, para que le sirva de ayuda.

“Yo trabajé en Noruega de guía y en tres semanas nos dieron un curso y nos pusieron al día”, señala, y pensó en hacer algo parecido. El trabajo se llama ‘Diccionario de Lanzarote para propios y extraños’ y cuando lo terminó tampoco se quedó ahí e hizo el de Fuerteventura.

El trabajo obtuvo la máxima calificación y ahora falta que se pueda publicar. De momento se lo envía en formato digital a todo aquel que se lo pide, “porque el saber es para compartirlo”, pero para verlo en papel lo que le frena es meterse “a batallar y la burocracia”. Eso sí, aprovecha la entrevista: “por si cualquier institución o empresa privada quiere publicarlo, pues aquí estoy”.

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