La apuesta inicial es sencilla. Se trata de aportar cinco euros al mes durante dos años: 120 euros destinados a energías renovables y proyectos de eficiencia energética. El proyecto aún está en ciernes.

Un grupo de personas se reúne desde principios de octubre para ponerlo en marcha. Son personas que ya tienen experiencia tanto en cooperativas o grupos de consumo como la Redcova, en asociaciones como Conoce, que ha puesto en marcha proyectos de economía colaborativa o en el nodo de Lanzarote de la Plataforma por un nuevo modelo energético.

Aún está por decidir la figura jurídica, si se trata de una asociación o de una cooperativa, y el destino concreto del dinero, si es para conseguir participaciones en los parques eólicos adjudicados al Consorcio insular del agua de Lanzarote, o bien para proyectos de alumbrado público, de placas fotovoltaicas, de eficiencia energética, o todas ellas.

El objetivo, no obstante, sí está claro: se trata de adueñarse, de apadrinar, de apropiarse o de beneficiarse (todos ellos, conceptos que se debatieron en la última reunión) de lo que ya es el presente de la energía: las renovables.

La cooperativa no tiene ánimo de lucro pero sí pretende conseguir beneficios, y no sólo económicos, que se reinvertirían en nuevos proyectos. Un beneficio inmediato sería el de que los proyectos de energías renovables en la Isla estuvieran respaldados por el dinero de los habitantes de la Isla y no por fondos de inversión o por multinacionales del sector energético o incluso de otros sectores.

Es decir, que el cambio de un modelo energético a otro no se convierta sólo en el paso de un modelo de energías fósiles a un modelo de energías limpias sino también en el cambio de un modelo basado en un monopolio u oligopolio, en una concentración energética, hacia un modelo más democrático y más disperso.

Un grupo de personas impulsa una cooperativa para participar en la propiedad de proyectos de energías renovables

Ahora mismo se barajan tres posibilidades de inversión, aunque las decisiones las tomarán los socios. Una es la de invertir en los parques eólicos del Consorcio, otra en instalaciones de energía fotovoltaica, maremotriz o geotérmica y la tercera en proyectos de eficiencia energética, ya que existen empresas de servicios energéticos que a través de estudios de consumo, hacen protocolos sobre cómo reducir el consumo de una empresa, un colegio o cualquier institución.

La cooperativa podría financiar los cambios que cada entidad debería introducir para reducir sus consumos, y parte de este ahorro en la factura de la luz iría, durante un tiempo pactado, a devolver esa financiación más el beneficio que se acuerde.

De esta forma, los miembros de la cooperativa serían los dueños de la energía en la Isla. La cooperativa, para la que se baraja el nombre de Recoopera, tendrá más influencia y mayor peso en el mercado cuantos más socios pueda sumar.

A lo largo de esos dos años, los socios se pueden incorporar aportando el dinero que el resto de socios haya aportado hasta ese momento. Lo primero que se va a hacer es una campaña de captación de socios a través del reparto de un folleto informativo y de un blog.

Para más información: playomartin@gmail.com

SomEnergía, una cooperativa de energía limpia

En la misma línea, la del desarrollo de energías renovables y la atomización de la propiedad energética, se mueven varios proyectos en España. Uno de ellos es SomEnergía una cooperativa nacida en Cataluña pero que se ha expandido a todas las comunidades autónomas. Trabaja en los campos de la producción y la comercialización, mientras que para la distribución utiliza las redes existentes.

Aún no opera en Lanzarote y Fuerteventura, donde necesita al menos cien socios para comenzar, que deben aportar un capital inicial de cien euros a través de la web somenergia.coop.

El dinero se puede recuperar si se quiere abandonar la cooperativa. Su objetivo es llegar a cubrir la totalidad de la demanda de los socios y socias con proyectos propios, pero cuando no es posible compran la energía en el mercado mayorista eléctrico, con certificados de garantía de origen que avalan una producción de energía de fuentes cien por cien renovables. Con sólo cuatro años de vida, ya tienen más de 17.000 socios y 20.000 contratos, y producen energía a través de varios proyectos fotovoltaicios, con una inversión que supera ya los 3,5 millones de euros.

Las decisiones, tanto los proyectos en que se va a invertir como las tarifas, se toman por parte de los socios y socias en asamblea. Para más información, hay una página en facebook de Somenergía Lanzarote y el correo lanzarote@somenergia.coop.