La candidata del Partido Popular a la Alcaldía de Arrecife, Astrid Pérez, ha recuperado la idea del “icono” en el Islote del Francés, propiedad de Jaime Cortezo y de la familia Lamberti, defendiéndola como “uno de los asuntos destacados de su programa de gobierno”.

En el nuevo Plan General de Ordenación (PGO) de Arrecife se reconoce que el islote tiene una superficie de 56.542 metros cuadrados, se reservan 15.000 metros para un parque público y se protegen las antiguas salinas, que ocupan unos 3.600 metros cuadrados, en el catálogo de patrimonio.

Además, el nuevo Plan General en tramitación  permite a los dueños construir edificios de hasta nueve plantas de altura como máximo, con un tope de edificabilidad de 39.978 metros cuadrados. Y fija como uso principal el residencial (141 viviendas aproximadamente), con el uso turístico y el comunitario como alternativos.

Ástrid Pérez plantea que el “80 por ciento del suelo” del islote sea para el Ayuntamiento y “el 20 por ciento” para los propietarios, permitiéndoles construir un edificio de gran altura, “pero un edificio singular”, con un proyecto diseñado por “un arquitecto de reconocido prestigio” que “se convierta en emblema para Arrecife”.

La candidata del PP asegura que “en seis meses” cerraría un convenio con los dueños del Francés

Aparte de la distribución de la superficie del islote que propone la candidata del PP, Pérez no especifica el número de plantas que tendría el edificio ni aclara si tendría una edificabilidad superior a los casi 40.000 metros cuadrados asignados en la revisión del Plan General que ha elaborado el Gobierno de Canarias a través de la empresa pública Gesplan.

Pérez dice que la pieza de suelo está valorada “en más de 120 millones de euros”, si bien Cortezo presentó una tasación de 210 millones, y considera que es necesario firmar un convenio con los propietarios, como “única manera de desarrollar ese suelo, ganar espacio público y no pagar un euro por él”.

La candidata del PP asegura que “en seis meses” cerraría el acuerdo con los propietarios del Islote del Francés y que en el suelo que se quedase el Ayuntamiento “habría espacio para grandes zonas verdes, aparcamiento subterráneo con más de 1.500 plazas y el Museo del Mar”.